El reloj marca las 10:42 de la mañana y un carro blanco se estaciona delante de un motocar lleno de balones de gas y bidones de agua, en la urbanización San Isidro de Trujillo.
El conductor del vehículo menor ingresó a un condominio a dejar un balón de gas. Del automóvil desciende un hombre que se acerca al motocar, se asegura que no haya nadie quien lo observe, se sube raudamente a la unidad y huye. Todo en menos de 30 segundos.
Trujillo: así fue el robo
La ciudad de Trujillo sufre una vez más el embate de la delincuencia en un ataque que sigue evidenciando la creciente vulnerabilidad de sus ciudadanos y empresas.
El valor de lo robado superó los 12 mil soles. El incidente ocurrió en la Urbanización San Isidro. El repartidor de una empresa local realizó una entrega en un condominio cuando dos ladrones, aparentemente ‘peinando’ la zona en un vehículo blanco, encontraron su oportunidad perfecta para despojarlo de su motocar repleta de balones de gas y bidones de agua.
Uno de los ladrones se bajó sigilosamente del vehículo, abordó el motocar y logró huir antes de que se pudiera montar cualquier reacción defensiva. Aunque el personal en la base central de la empresa intentó rastrear la unidad a través del GPS, fue en vano, ya que los ladrones habían desactivado el sistema de seguimiento.
Este hecho no es un incidente aislado. En ocasiones anteriores, la empresa ha sufrido ataques similares. En el 2023, también robaron un motocar cargado con sus productos y ha tenido balones de gas robados durante las entregas.
Las constantes violaciones a la seguridad están creando un clima de miedo e incertidumbre, poniendo en jaque a la población y desestabilizando las inversiones.