Mientras el país entero se prepara para un gran desafío, como es la organización del Mundial Sub-17 que albergará Perú en 2023, Trujillo es puro lamento al no ser considerada, por segunda vez, como sede para esta fiesta internacional. El grupo multisectorial de trabajo, que organizará la cita mundialista, ha decidido cambiar algunas ciudades propuestas en una primera instancia. Las sedes ahora son: Lima, Chiclayo, Piura, Callao y Tacna. Los nuevos escenarios fueron incluidos luego de que el Alberto Gallardo de Lima y el Max Augustín de Iquitos quedaran descartados.
La principal razón del cambio es que la ciudad tachada (Iquitos) no cuenta con capacidad hotelera idónea para un evento de talla mundial. Asimismo, las nuevas propuestas tienen escenarios deportivos que deberán ser acondicionados. Los estadios Elías Aguirre de Chiclayo y Miguel Grau de Piura necesitan una refacción, ya que actualmente no están en condiciones de albergar ninguna actividad deportiva. En tanto, en el estadio Jorge Basadre de Tacna se juega la Copa Perú, pero de igual forma necesitará ser reacondicionado. Mientras que en el Callao está el Miguel Grau, y en Lima se utilizará el Estadio Nacional.
Se les escapó el Mundial
En el IPD La Libertad abrazaban las esperanzas de que, en caso algún escenario de la primera lista no pasara las supervisiones técnicas, el Mansiche fuera la primera opción. Y se cayeron dos opciones (Alberto Gallardo de Lima y el Max Augustín de Iquitos); sin embargo, el grupo multisectorial jamás miró al primer recinto trujillano como una opción de reemplazo.
La FIFA será la que finalmente apruebe o rechace las sedes, luego de que una comisión efectúe una inspección. Asimismo, hay que resaltar que los trabajos de refacción deben empezar cuanto antes, ya que el evento deportivo empezará el próximo año. Hay que recordar que en el Mundial Sub-17 de 2005, las ciudades de Lima, Piura y Chiclayo también fueron sedes, mientras que el Callao y Tacna reemplazarían a Iquitos y Trujillo.
¿Por qué no a Trujillo?
El Mansiche es uno de los primeros escenarios deportivos del país. Durante los últimos años ha pasado exitosamente todas las supervisiones por la FPF (para cotejos de Liga 1) y la Conmebol (para torneos internacionales de clubes). Además, nuestra ciudad cuenta con una gran capacidad hotelera y constantes vuelos comerciales.
Buenapepa intentó comunicarse por todos los medios con el presidente del IPD-LL, Carlos Quiñonez Carranza; sin embargo, nunca atendió nuestras llamadas. Quien sí opinó fue un exmandatario del ente deportivo, Fernando Huere.
“Trujillo es la segunda ciudad más importante del país. Y creo que debe levantar su voz de protesta por no ser una de las sedes del campeonato Mundial de Fútbol Sub-17 del 2023. ¿Dónde está el presidente del IPD La Libertad? ¿Dónde están las autoridades deportivas de nuestra región?”, exclamó Huere.
“Es una lástima que en cargos pongan a personas que no saben de administración y gestión deportiva. Y pasan por ella sin pena ni gloria. Encima se esconden y no contestan los teléfonos. En nuestra región tenemos a cuatro equipos en el fútbol profesional: dos en Liga 1 (Mannucci y UCV) y dos en Liga 2 (Chavelines y Llacuabamaba). Tenemos al mejor referente del deporte peruano, que es Christian Cueva; contamos con una gran capacidad hotelera, con lugares turísticos como Chan Chan, la Huaca del Sol y la Luna, y otros. Esto ya es un tema político, de peso dirigencial”, concluyó Huere.
¿Cuánto pierde Trujillo?
Por su parte, Alcides Goicochea Cruz, expresidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora) La Libertad, también alzó su voz de protesta con la marginación del Mansiche para este magno evento deportivo.
“El estadio de Tacna y el Miguel Grau del Callao no tienen la infraestructura deportiva que tiene el Mansiche. No se acercan a lo que tenemos acá en Trujillo. Ni al Mansiche ni al estadio Chan Chan. Esto es lamentable. Tenemos que insistir para que se revierta esta pésima decisión. Nos perjudica desde lo deportivo y también en lo turístico. Un evento de esta magnitud afecta la economía regional”, expresó Alcides Goicochea.
Según un cálculo que efectuó la Cámara Nacional de Turismo (Cadetur), cuando Perú perdió la sede del Mundial en esta misma categoría, en 2019, se frustró la llegada de más de 10 mil visitantes extranjeros, contando a las más de 20 delegaciones participantes y sus familias.
Para el 2023, con motivo del mundial de menores de la FIFA que otra vez organizará el Perú, el gremio de turismo estima el arribo al país de una cifra similar de viajeros. Se espera que la mitad viaje a las sedes de provincias (Piura, Chiclayo y Tacna) donde serán distribuidas dieciséis delegaciones.
¿Cuánto se puede dinamizar la economía local con este evento? Según explicó el presidente del Instituto de Economía y Empresa (IEE) Francisco Huerta Benites, cada turista gasta un promedio de 164 soles diarios.
“El turista peruano gasta en promedio 164 soles por día en el destino elegido. Es decir, si se considera al menos cuatro días de permanencia, el gasto total sería de 656 soles. En el caso de un evento deportivo como el Mundial, se estima que a la sede de Chiclayo llegaría alrededor de 4 000 turistas los cuales permanecerían durante cuatro días en promedio; así, habría un gasto total de 2,6 millones de soles. Ese sería el monto de ingresos que dejaría de percibir La Libertad por no ser sede del evento deportivo”, explicó a Buenapepa.
Esta cifra podría alcanzar los 3 millones de soles o más debido a que, en el caso de Chiclayo, por citar de ejemplo, llegarán ocho delegaciones deportivas que serán distribuidas en dos grupos, sin considerar la programación de fechas por octavos de final, cuartos de final o semifinal.