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Justicia popular en Trujillo: entérate paso a paso por qué vecinos de Palermo masacraron a un extranjero

Ciudadano venezolano sigue sin ser identificado. Policía Nacional sospecha que permanece en el Perú en condición de ilegal. Vecinos de urb. Palermo tomaron justicia con sus propias manos.

A esto se ha llegado en Trujillo. 

Un grupo de personas enardecidas toma justicia por su cuenta. Todos lanzan puñetes, patadas, insultos. Los golpes van y vienen mientras se escucha esa frase que refleja el hartazgo de una población que se resiste a seguir de rodillas ante el avance del crimen: “Estamos cansados de que roben y no les pase nada”.

No importa que entre los espectadores estén efectivos de la Policía Nacional o personal de Serenazgo. 

El victimario se convierte en víctima de sus propias acciones y del salvajismo, que, horas antes, había mostrado contra un joven de unos 25 años, a quien asesinó a cuchillazos.

Trujillo: justicia por sus propias manos

Las imágenes del linchamiento inundan las redes sociales. En ellas se ve cómo más de una docena de personas motivadas por la ira y el deseo de hacer justicia fuera de la ley captura y masacra a un ciudadano de nacionalidad venezolana. 

El incidente ocurrió la mañana del sábado 16 de diciembre en la urbanización Palermo de Trujillo. 

Familiares, amigos y vecinos de Jordhy Díaz Cenas atraparon a su presunto homicida, quien en horas de la madrugada lo atacó sin piedad por resistirse al robo de su celular. 

Según contaron testigos a BuenaPepa, Jordhy fue interceptado por dos sujetos —uno peruano y otro venezolano— cuando regresaba a su vivienda, en Palermo. 

El ataque ocurrió en el cruce del jirón Unión y la avenida Prolongación Huallaga, pasada la 1:30 a. m., a una cuadra de su casa. 

Jordhy Díaz Cenas perdió la vida por oponerse al robo de su celular.

Jordhy, un joven carismático y muy querido en su barrio de Palermo, retornaba de una fiesta. 

Dos hombres, conocidos en la zona por dedicarse al raqueteo y consumo de drogas, le pidieron que les entregue sus pertenencias. El joven reconoció a uno de ellos y le dijo que vivía en el vecindario que su verdugo frecuentaba. 

Urb. Palermo, tierra de nadie

Aunque uno de ellos, el peruano, desistió de asaltarlo; el extranjero no quiso dejarlo ir sin arrebatarle, al menos, su teléfono. Se abalanzó sobre su víctima y Jordhy lo enfrentó. Algunos vecinos vieron cómo el agresor sacó un cuchillo y se lo clavó en el pecho a su víctima. 

Pese a caer rendido en el suelo, el atacante lo apuñaló en la espalda. El cuchillo le perforó el pulmón y le ocasionó la muerte. 

El extranjero huyó con dirección a un fumadero en la calle Arequipa y luego ingresó al parque 29 de Diciembre, en Palermo. Este espacio ha sido tomado por delincuentes, en su mayoría extranjeros, quienes pernoctan cada noche sin que la municipalidad provincial ni la Policía Nacional impongan el principio de autoridad. 

“Desde hace mucho que se ve a venezolanos cargando sus colchones por las calles de Palermo. Roban y corren al parque. Nadie se mete porque es peor. Ni la Policía ni Serenazgo hacen algo”, contó un vecino a este medio. 

A los pocos minutos, la familia de Jordhy Díaz Cenas recibió la trágica noticia de su muerte. Los pormenores del ataque se esparcieron con rapidez por esa zona de Palermo.  

Sus hermanas lloraron amargamente. Sus vecinos se unieron al dolor de la familia. Sus hermanos y amigos del barrio salieron a las calles a buscar al homicida, a quien conocían de vista. 

Policía retira a extranjeros del parque 29 de Diciembre, en la urbanización Palermo, en Trujillo.
El parque 29 de Diciembre, en Palermo, ha sido tomado por gente de mal vivir.

Extranjero recibe golpiza

Lo encontraron en el cruce de las calles Arequipa con Sabogal. El venezolano —de quien hasta el término de esta nota increíblemente  se desconoce su identidad, pues ingresó al país como ilegal— vestía un short azul, sandalias y polo. 

En esa misma esquina fue masacrado. La golpiza fue brutal. Recibió puñetes, patadas, piedras en todo el cuerpo. Fue arrastrado una cuadra. 

Así encontraron los agentes de Seguridad Ciudadana al extranjero acusado de homicidio.

Personal del grupo de Intervenciones Rápidas Municipales (IRAM), que pasaba por la zona, se percató de la agresión y trataron de evitar que la situación termine peor. 

Se pidió apoyo a la Unidad Los Halcones de la Policía para controlar a los vecinos. En uno de los patrulleros se trasladó al extranjero al hospital La Noria, pero no fue atendido. Tampoco fue recibido en el nosocomio Víctor Lazarte Echegaray. En el Hospital Regional fue atendido. 

Sin ser plenamente identificado, el ciudadano venezolano permanece en el hospital Regional.

Ingreso irregular al país

La Policía Nacional no ha podido identificar plenamente al extranjero señalado de ser el asesino de Jordhy. Al parecer, Migraciones no registra su ingreso a Perú, por lo que se sospecha que arribó como ilegal. 

Los vecinos de Palermo no se explican cómo continuó delinquiendo en esta zona de Trujillo, a pesar de estar en vigor el Decreto Legislativo N.º 1582 que modificó artículos de la Ley de Migraciones. 

La finalidad de ese cambio fue implementar el trámite administrativo para expulsar del Perú en 48 horas a los extranjeros en situación migratoria irregular o vinculados a actividades delictivas, como es el caso de este sujeto.

“Hace una semana asaltó a un joven en la calle Sabogal. Lo amenazó y le quitó su teléfono. Por aquí no pasa la Policía ni el Serenazgo. Vivimos expuestos a ser asaltados todos los días”, contó otro morador. 

BuenaPepa intentó comunicarse con el jefe policial de La Libertad, coronel Francisco Vargas Andonaire, así como al gerente de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Trujillo, Eduardo Liu, para conocer el plan de vigilancia en esta zona, pero ninguno atendió nuestras llamadas. 

En tanto, los restos de Jordhy Días Cenas son velados en la calle Puno y este lunes será enterrado. 

Ricardo Urquiaga
Ricardo Urquiaga
Es el segundo de tres hermanos y el más piña de los tres. Comparte lo que algunas personas meticulosas dicen sobre "usted es lo que usted come"; pero da más crédito a lo que la Biblia señala: usted es lo que usted piensa. Cree que con el tiempo la verdadera condición de corazón —o lo que es lo mismo, buenos o malos frutos— se manifiesta tanto en palabra como en acciones. Por eso es un convencido de que para cambiar el mundo se necesita producir buenos frutos.