Un enfrentamiento a tiros entre una banda criminal y efectivos de la Policía Nacional terminó con la captura de doce delincuentes, uno de ellos herido de bala, en Trujillo.
Los delincuentes habían invadido un predio privado en la parte alta del sector El Milagro, a la altura del centro penitenciario y el botadero, y exigían a su dueño el pago de 50 mil dólares para no matarlo.
La víctima denunció la extorsión el martes 1 de agosto en la División de Investigación Criminal (Divincri) y ese mismo día se armó un operativo que contó con la presencia de veinticinco agentes y un representante del Ministerio Público.
El agravio mostró un sobre manila que dejaron los extorsionadores en su vivienda, que contenía el siguiente mensaje: “Doctor Zuñiga, mira gordo ctmr, sabemos de tus hijos, tu mamá Micaela y Fabricio, tu cabeza tiene precio. Colabora con 100 mil dólares, comunícate a este número 946-774-84”. En el sobre también se hallaron tres cartuchos de dinamita.
“A mérito de una denuncia por extorsión tomamos conocimiento de la presencia de una banda criminal dedicada al chalequeo de terrenos que usurpan en la zona de El Milagro parte alta, pasando el penal y el relleno sanitario. Hubo un intercambio de disparos con 12 delincuentes que han sido capturados. Uno ha resultado herido. El personal policial ha utilizado su arma reglamentaria para frenar esta amenaza, reducir a los delincuentes y capturarlos en flagrancia”, contó el general Augusto Ríos Tiravanti, jefe de la Tercera Macrorregión Policial La Libertad.
Uniformes y armas tácticas de las Fuerzas Armadas
La banda tenía en su poder una granada lacrimógena, que es de uso militar o policial para restablecer el orden durante los disturbios. También tenían un chaleco táctico que usa la Policía y Fuerzas Armadas, con placa de kevlar, que resiste balas 9 milímetros o calibre 38. Tenían cartucho de dinamita tipo emulsión y mecha lenta con su detonador, listo para ser usado y lanzado; además de prendas militares y de la Dirección Nacional Antidrogas.
Armas de guerra en Trujillo
Entre el arsenal incautado durante el operativo se encuentran dos fusiles AR15, seis pistolas nueve milímetros, un revólver, municiones, chalecos tácticos de uso policial y de las Fuerzas Armadas, gas lacrimógeno, entre otros.
“Incautamos seis pistolas nueve milímetros abastecidos con balas nueve milímetros. Son armas de guerra. Estas solo pueden ser usadas por la Policía Nacional o las Fuerzas Armadas. Estas personas pueden presentar licencia para portar armas, pero solo pueden ser usadas para defensa personal, no para chalequear terrenos usurpados”, explicó el general Augusto Ríos Tiravanti.
Entre las armas de fuego decomisadas por la Policía figura el fusil AR-15. Se trata de un arma táctica semiautomática, es decir dispara una sola bala cada vez que se jala el gatillo y se recarga la siguiente. Posee cargadores de alta capacidad, lo que permite a quien la usa no perder tiempo en recargar municiones. Esta arma es la más usada en tiroteos en Estados Unidos.
“Esta arma dispara balas calibre 2.23 que son equivalentes a un 5.59 de la fuerza armada. Es un arma de guerra, dispara tiro por tiro. Se compra para cacería o defensa personal, pero los delincuentes lo usan para chalequear terrenos que invaden”
General Augusto Ríos Tiravanti, jefe de la Policía en La Libertad.
Aquí están, ellos son
Los detenidos fueron identificados como Javier Antonio Chacón Contreras, Víctor Edinson Ángeles Aguirre, Anderson Erick Reyes Colorado, William Raúl Jiménez Beltrán, Carlos Daniel Vela Arroyo, Emilio Francisco Montero Aliaga, Ronal López Gutiérrez, Brayan Yuval Flores Loayza, Franklin Ángeles Aguirre, Robert Perci Jiménez Beltrán, Carlos Moreno Rosas y Oscar Alva Villar. Este último fue trasladado al Hospital Regional tras presentar una herida de bala en la pierna izquierda.
Los detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía Penal de turno de Trujillo, a cargo de la fiscal Idalia Orendo Velásquez. Todos serán denunciados por extorsión, usurpación de terreno, tenencia ilegal de armas de fuego y tentativa de homicidio en agravio de agentes de la Policía Nacional.