Inicio¡Qué Palta!'Ser policía' cuesta unos 200 soles

‘Ser policía’ cuesta unos 200 soles

La Policía intervino dos tiendas, en el distrito de Trujillo, donde vendían uniformes policiales sin autorización. Se incautaron vestimentas oficiales de la institución por un monto de 11 mil soles.

Llegaron vestidos con chalecos de policías para no levantar sospechas, y cometieron lo que pensaban era el crimen perfecto. Cinco sujetos irrumpieron en la cevichería Aqua, ubicada en la cuadra 9 de la Av. Larco, la noche del último lunes 3 de octubre, y asesinaron a José Gerardo Becerra Espejo (24), alias Pepito, líder de la sanguinaria banda Los Ochenta, de Florencia de Mora.

Pero estos sujetos no contaban con que su accionar quedara registrado en un video que se viralizó en redes sociales. Gracias a este material revelador, la Policía pudo desbaratar dos negocios que trafican con la venta de uniformes de la institución en el mercado negro. Los precios de las prendas oficiales de la PNP varían entre los 60 y 80 soles.

Por ejemplo, un chaleco reflectante de tránsito o un chaleco como los que usaron los delincuentes, vinculados a Los Pulpos, para matar a Pepito, se oferta a 60 soles. Ese es el precio que pagaron para ‘ser policías’ por unos minutos y cometer un crimen a sangre fría.

Personal de la División de Investigación Criminal de La Libertad (Divincri), representantes de Defensa Civil y la subgerencia de Licencias y Comercialización de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), identificaron dos locales, en la avenida 29 de diciembre, urbanización Torres Araujo, frente a la Escuela Técnica Superior PNP, donde vendían la indumentaria y herramientas de los agentes sin ninguna autorización de estas instituciones.

Este es uno de los locales intervenidos por las autoridades. Se ubica a pocas cuadras del Centro Histórico. Foto: Arón Terán

Se trata de las tiendas Inversiones López y Bazar policial Yenncer II, quienes sus trabajadores no pudieron certificar la procedencia lícita de los productos de la institución policial, ni mucho menos los permisos para la venta.

El jefe de la División de Divincri, coronel PNP Javier Méndez Yupanqui, reveló que estos dos bazares no tenían autorización de la División de Logística de la Policía Nacional del Perú (PNP). “Dos tiendas, en el distrito de Trujillo, vendían la vestimenta típica de la Policía y las Fuerzas Armadas. Sin embargo, no pedían el carné policial ni tenían la autorización de la institución para la venta de tales productos”, comentó.

Foto: Arón Terán.

Los vendedores de Inversiones López y Yenncer II serán denunciados por la comisión de delitos contra la propiedad industrial. Además, el jefe del Macrorregión policial, Walter Calla, aseguró que la venta ilícita es sancionada desde la vía policial, judicial y administrativa; más allá de multas por parte del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi).

En estos locales de se venden uniformes PNP completo o por partes a precios módicos. Tal es así, los chalecos reflectantes de tránsito o de la División de Investigaciones cuestan 60 soles; mientras que los cascos, S/ 80; y áfricas policiales (gorras con el logo de la PNP), S/ 60/. En otras palabras, unos S/ 200 aproximadamente cuesta ‘ser un suboficial.

“El total de los productos incautados ha sido valorizado en casi 11 mil soles. Los chalecos policiales deben estar debidamente patentadas en Indecopi; y la División de Logística de la Policía debe autorizar el uso de la marca en los productos para su posterior venta”, enfatizó el coronel Méndez Yupanqui.

Demandas a la vista

Los símbolos de la PNP están registrados en la Dirección de Signos Distintivos del Indecopi. Dicha protección legal demanda la autorización de la División de Logística de la PNP para la comercialización de productos con la marca de la institución policial.

En caso de cumplir con dicha exigencia, los infractores podrían ser sentenciados penalmente con más de cinco años de cárcel; y una sanción administrativa por parte de Indecopi.

Vivián Fernández Sevillano
Vivián Fernández Sevillano
Nació en Trujillo, una ciudad predispuesta para la cosecha de mangos. Por ende, era la fruta que más abundaba en su casa durante el verano. Además de su dulzura y buena pepa, este tropical comestible le enseñó lo que es la madurez de los vegetales y a no dejarse llevar por las apariencias. Ahora, esas enseñanzas le sirven en su actividad periodística, la misma que orienta hacia el bienestar de las familias. El secreto, dice, está en enamorarse del proceso que implica la búsqueda de la verdad, y más en los días de lluvia.