Dos motos interceptan una camioneta 4×4 marca Toyota modelo Hilux en la avenida Prolongación Fátima, frente al centro comercial Real Plaza, y desatan un tiroteo infernal. Uno de los pistoleros, quien viste un pantalón plomo y polera crema, se acerca hasta el vehículo interceptado y apunta con un arma de fuego al conductor, forcejea con uno de las víctimas y se apodera de un morral de color negro.
Otro de los ocupantes, desde la parte posterior de la camioneta, repele el ataque con un arma de fuego; mientras dos delincuentes devuelven los disparos para evitar frustrar lo que, a simple vista, parece un asalto.
Eran aproximadamente las cinco de la tarde del miércoles 14 de junio. Al menos tres delincuentes huyen en dos motos con dirección a la Vía de Evitamiento. En tanto, uno de los ocupantes de la camioneta, con placa de rodaje ABH-945, cae al suelo ensangrentado. Fue herido de gravedad tras ser alcanzado por el fuego cruzado. Perdió la vida a los pocos minutos.
Con el transcurrir de las horas, se confirmó la identidad la víctima: William Reyes Chamorro. Uno de sus acompañantes, identificado como Mario Jesús Humiña Pastor, resultó herido.
¿Ataque a los Sánchez Paredes?
Este hecho de sangre cobró notoriedad tras conocerse que los hombres emboscados por los hampones trabajan para la familia Sánchez Paredes, clan que ha sobrevivido a diferentes investigaciones policiales desde hace más de dos décadas. Es más, William Reyes Chamorro era de su círculo más cercano al ser uno de los encargados de la seguridad personal de la familia.
La Policía maneja al menos dos hipótesis. La primera es que el crimen fue por marcaje (los atacantes siguieron a los trabajadores tras filtrarse una información de que retirarían una fuerte suma de dinero de un banco) y, la segunda, que el móvil sería por sicariato.
“Estamos en proceso de identificación de los atacantes. Hemos obtenido la información de las cámaras y también declaraciones de testigos. Manejamos varias hipótesis de investigación. Pero podría ser un sicariato o un robo agravado. Estamos trabajando en eso para identificar a los presuntos autores en flagrancia”, indicó, de forma escueta, el general Augusto Ríos Tiravanti, jefe de Macrorregión Policial La Libertad.
En diálogo con BuenaPepa, el coronel Javier Méndez Yupanqui, jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri), indicó que en la unidad móvil atacada viajaban el conductor y dos agentes de seguridad privada. La víctima mortal trabajaba para los Sánchez Paredes desde hace tres décadas.
“El fallecido era gente de confianza de la persona a la que le prestaba servicio. Trabajaba con él hace más de 30 años, era su personal de confianza. No se descarta ninguna hipótesis. No han pasado ni 24 horas y no podemos precisar nada, salvo que tengamos detenidos, que no es el caso. Por eso manejamos la investigación de manera reservada”, explicó Méndez Yupanqui.
Esta es la versión obtenida por BuenaPepa
Este medio de comunicación obtuvo las declaraciones de un familiar de William Reyes Chamorro, el agente de seguridad del clan Sánchez Paredes victimado frente al Real Plaza.
Esta persona, de quien no revelaremos su identidad, refirió que el fallecido se había dirigido, junto a otros trabajadores, a retirar una fuerte suma de dinero de la agencia del BBVA del interior del centro comercial. Por seguridad, organizaron trasladarse en tres vehículos, siguiendo rutas diferentes para evitar cualquier golpe de las bandas de marcas que acechan la zona.
Uno de los vehículos tomó la avenida Prolongación César Vallejo con dirección al centro de Trujillo. La segunda unidad, en la que viajaba William Reyes Chamorro, fue emboscado por delincuentes a solo dos cuadras del centro comercial.
El vehículo interceptado se dirigió por la Prolongación Fátima y solo dos cuadras después de haber abandonado el Real Plaza recibieron disparos de delincuentes que viajaban en, al menos, dos motos lineales, una de color negro y otra roja. En una de ellas iban a bordo tres delincuentes.
Esta persona, de quien no revelaremos su identidad, refirió que el fallecido se había dirigido, junto a otros trabajadores del clan Sánchez Paredes, a retirar una fuerte suma de dinero del BBVA del centro comercial.
Los agentes de seguridad privada repelieron el ataque y se desató el tiroteo, cuyas imágenes se viralizaron en redes sociales. Uno de los delincuentes se acercó hasta la camioneta y arrebató un morral negro, pero, según fuentes confiables consultadas por este medio, no se llevaron ningún botín, pues en ese morral no se guardaba el dinero. La fuerte suma de dinero viajaba en otro vehículo con dirección al centro.
Hasta el momento, la Policía no puede precisar si los atacantes son extranjeros, pues no están plenamente identificados.
¿Quiénes son los Sánchez Paredes?
Este clan familiar cobró notoriedad tras una investigación contra Simón Sánchez Paredes, el segundo de seis hermanos. Los otros cinco son Percyles, Segundo Manuel, Santos, Fortunato y Amanda Francisca. Son originarios del distrito de Mollebamba, provincia de Santiago de Chuco, en la sierra de La Libertad.
Las páginas policiales revelan que Simón fue asesinado en 1987 en México. Tras su muerte, las autoridades de ese país descubrieron un laboratorio de cocaína en su rancho, de donde exportaba cocaína a Estados Unidos.
En 1991, Percyles también murió acribillado en Trujillo durante un intento de robo. Previamente, había sido absuelto de acusaciones relacionadas con el tráfico de drogas. Cuatro meses después de su asesinato, el resto de los hermanos fundaron la Compañía Minera Aurífera Santa Rosa (Comarsa SA).
En el ámbito político y empresarial, Segundo Sánchez Paredes fue elegido alcalde de Mollebamba en 1995 y ocupó el cargo hasta 2007, cuando fue sucedido por su hermano Fortunato. Según el diario El Comercio, ambos hermanos aprovecharon su posición de poder para construir una pista de aterrizaje utilizada por narcovuelos.
En 2004, los Sánchez Paredes protagonizaron un conflicto con una empresa minera canadiense por el control de minas de oro y plata en Trujillo. Además, en 2008, el gobierno anunció una megainvestigación a 77 personas por lavado de activos, con el objetivo de indagar sobre el origen de la fortuna de este clan familiar.
