En la grabación de las cámaras de seguridad se puede ver cómo el asaltante fríamente golpea a su víctima y la arroja al suelo. Sin dejar de apuntarlo con el revólver le pide las llaves de su lujosa camioneta negra pick up estacionada en la puerta de su casa. Son las 6:30 de la tarde y no hay gente en el sector 9 de Túpac Amaru, en el centro poblado El Milagro, distrito de Huanchaco, en Trujillo.
Mientras la víctima, un ingeniero que acaba de llegar a su domicilio, sigue en el suelo, pateado y apuntado con un revólver, otro delincuente se sube al vehículo 4×4 e intenta prenderlo. Pero algo falla en el atraco. “No contaban con que el trabagas apagara el motor de la camioneta”, relata uno de los vecinos a la Policía. El trabagas es un sistema de seguridad que apaga por completo el vehículo cuando no está desbloqueado. La lujosa camioneta no enciende. Los delincuentes ahora huyen, luego de que dos envalentonados vecinos salieran de sus casas y les arrojaran piedras para frustrar el asalto.
Según la Policía Nacional del Perú (PNP), los asaltos de camionetas pick up en el país ocurren, en promedio, 60 veces al mes. Pero el tema es más complejo. Según el mismo reporte de la PNP, el año pasado en el Perú se presentaron cerca de 20 mil denuncias por asaltos y robos de vehículos —entre sedan, station wagon, camionetas (suv y pick up), ómnibus, camiones, motos, mototaxis, remolcadores, remolques y semirremolques — 19 991 para ser exactos.
De esta cifra, en menos del 20 % de incidentes (3 894) se registraron violencia, agresiones o empleo de armas de fuego de parte de los delincuentes. Los 16 097 robos restantes, equivalente al 80 % del total, ocurrieron en zonas púbicas que las personas usan como estacionamiento: avenidas, calles, parques, entre otros.
César Ortiz Anderson, presidente de la Asociación Pro Seguridad Ciudadana (Aprosec), precisó que los delincuentes necesitan apenas 20 segundos para forzar el sistema de seguridad de un vehículo, por lo que estacionarlo en la calle lo convierte en un blanco fácil de los amigos de lo ajeno.
“La gente tiene la mala costumbre de cuadrar su vehículo en la vía pública con lo cual se exponen a los robos. Se necesita menos de un minuto para robarlo. Con 20 segundos abren, prenden y se van. Por eso, cuadrar en la vía pública es un gran riesgo. La gente tiene que acudir necesariamente a una playa de estacionamiento”, recomienda.
Robo de vehículos: ranking nacional
Lima ocupa el primer lugar de denuncias por estos delitos con 6 847 casos; seguido de Piura, con 2,297; Loreto, 1 797; La Libertad, 1 545; Cajamarca, 1 468; y Lambayeque, 960.
El blanco preferido de los delincuentes sigue siendo las motos lineales. El 2021 en el país ocurrieron 8 128 robos de motos, 4 388 robos de mototaxis, 3 251 de autos, 829 robos de camionetas pick up, 605 de station wagon, 557 de camionetas rurales, 214 de camiones, 208 de camionetas panel, 76 robos de semirremolques, 51 robos de ómnibus, 41 de remolques, 25 de remolcadores y otros 1 618 robos de unidades no especificadas.
Cuidado en estas horas
Si tienes un vehículo, escoge bien el lugar donde lo estacionarás y las zonas que recorrerás hoy, pues según la División de Estadística de la Policía Nacional, los jueves, viernes y sábados son los días en los que se registra el mayor número de robos y asaltos de vehículos.
El horario preferido por los delincuentes para cometer estos delitos varía entre las 6 de la tarde y 10 de la noche. En esas horas, el año pasado, ocurrieron 4 327 robos de vehículos, equivalente a más del 20 % del total de denuncias asentadas a nivel nacional.
Para César Ortiz Anderson, presidente de Aprosec, el alto índice de robo de vehículos demuestra dos cosas: la ineficiente respuesta de la seguridad pública y la escasa cultura de prevención de las personas. Explicó que en Lima los delincuentes prefieren apoderarse de vehículos de alta gama para cometer otras fechorías.
“Hablo de carros como BMW, Mercedes Benz, vehículos veloces modernos. También hay robos de camionetas a pedido. Hay bastante de eso. Después de la pandemia se han incrementado ese tipo de delitos. Hay que tener mucho cuidado con eso”, declaró.
Con 20 segundos abren, prenden y se van. Por eso, cuadrar en la vía pública es un gran riesgo. La gente tiene que acudir necesariamente a una playa de estacionamiento
Agregó que también roban muchos accesorios que luego se venden en el mercado negro. “No se habla mucho de eso, pero es una realidad preocupante. En Lima 180 carros sufren robos de accesorios con denuncia puesta, pero la cifra negra es mucho más. Los carros son violentados, le roban los espejos, los equipos, la computadora”.
“Lo que más roban son vehículos de las marcas Toyota, Nissan. Se dan mucho los robos a pedido. La gente muchas veces por comprar en el mercado negro, al igual que los celulares, crean toda una cadena delictiva. No debería ser así pues se está alimentando el mercado negro de la informalidad delictiva”, argumentó.
Además de los vehículos Toyota y Nissan, los delincuentes también apuntan a los modelos de marcas top como Audi, BMW, Dogde, Subaru, Mercedes Benz. Incluso, se han reportado robos de vehículos de la línea italiana Alfa y Romeo, cada modelo puede superar hasta los 40 mil dólares en Perú.
Radiografía en La Libertad
En La Libertad, con la declaratoria de emergencia por la inseguridad ciudadana en sus cinco provincias de la costa, se redujo los casos de robos y asaltos de vehículos.
En esta región norteña, las camionetas pick up son uno de los objetivos principales de las bandas organizadas. El jefe del Departamento de Robos de Vehículos (Deprove), mayor PNP Oscar Sánchez Gálvez, contó a Buenapepa que estas unidades eran sustraídas al momento de que los dueños intentaban ingresar a sus domicilios.
“Lo que hacen los delincuentes es identificar a su víctima, lo siguen, lo encañonan y se llevan la camioneta. Felizmente no hemos registrado disparos contra las personas. Eso debemos evitar, pelear con los delincuentes. Las consecuencias pueden ser fatales”, declaró.
Aclaró que en La Libertad no hay un deshuesadero de vehículos. Las unidades menores las llevan a la sierra. Hemos encontrado vehículos robados en Retamas, Tayabamba. Les ponen una placa y los hacen circular como si fueran nuevos”. Otros —continúa— son enviados hasta Pucallpa u otras zonas de la selva peruana.
El horario preferido por los delincuentes para cometer estos delitos varía entre las 6 de la tarde y 10 de la noche
“El problema es que las personas compran accesorios o partes de estos vehículos robados. Por ejemplo, en la sierra hay un accidente, y muchas personas compran una cabina de un vehículo robado para ponerlo en su vehículo siniestrado”, refirió.
Los peritos de la Deprove, que en total suman 18 y no se dan abasto para atender el grueso de denuncias que se reportan cada mes, han detectado la ruta de esos vehículos robados.
En Trujillo, ciudad golpeada por la delincuencia común y el crimen organizado, los distritos de La Esperanza y El Porvenir registran el mayor número de robos de vehículos. La Esperanza es, también, el sector donde los delincuentes abandonan las unidades robadas que, por diversos factores, no pueden esconder ni desmantelar.
“Los autos generalmente tienen GPS, los delincuentes los roban y lo que hacen es dejar dormir el vehículo, es decir, lo estacionan en un parque. Si el dueño no se acerca en dos o tres horas lo trasladan a una cochera”, explicó el mayor PNP Oscar Sánchez Gálvez.
Pero hasta el lugar para esconder un vehículo ha cambiado. “Antes teníamos la búsqueda en cocheras alquiladas, pero últimamente hemos recuperado carros en cocheras de casas. Aprovechando el estado de emergencia hemos hecho operativos y encontrado vehículos robados en viviendas”, prosiguió el jefe del Deprove.
¿Cómo evitar ser víctima del hampa?
Hay mecanismos que se pueden (y deben) utilizar para proteger el vehículo. Es recomendable utilizar GPS; o un candado de seguridad, para el caso de motos.
También es recomendable no ir por calles oscuras, evitar las vías congestionadas en hora punta, dejar el vehículo en la calle sin ningún tipo de cuidado; en estos casos lo ideal es dejar el vehículo en un estacionamiento privado. Contar en lo posible con un seguro vehicular que, en caso de algún imprevisto, pueda reparar el daño ocasionado.