Una broma de mal gusto. Eso es lo que primero que se le vino a la mente a Timoteo Aranda Vásquez. Jóvenes a bordo de una camioneta pasaron cerca de su casa, en el sector Larrea, distrito de Moche, provincia de Trujillo, gritando que se venía el agua.
“No les hice caso porque más abajo estaban celebrando un cumpleaños”, cuenta.
Era cerca de la una de la mañana del lunes 13 de marzo y Timoteo juraba que aquellas personas estaban borrachas. “No les hice caso. Vino mi papá a eso de la 1:30 de la mañana a decirnos que saliéramos de la casa, que el agua nos iba a tapar”, le dice a BuenaPepa.
Ahora sabía que era en serio. El padre de Timoteo es agricultor. Siembra maíz en la parte baja del sector Larrea, a la altura del puente Moche. Confirmó que las aguas del río se desbordaron y corrió tan rápido como pudo para avisarle a su hijo y sus nietas.
“No pude sacar las cosas de la casa. Comida, víveres, todo se ha quedado dentro. La casa está enlagunada. Está bien hondo. El agua me daba hasta por acá (señala más arriba de su ombligo)”, prosigue Timoteo.
Todas sus cosas materiales se perdieron con el desborde. La misma situación crítica les ocurrió al menos a otras 49 familias de la zona. Todas fueron sorprendidas en horas de la madrugada por la crecida del río Moche.
También la Campiña
Según confirmó Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), el río se desbordó en su margen derecha a la altura del sector Larrea. También se reportaron daños en la Campiña de Moche.
“Yo ya estaba listo para irme a descansar y un vecino se puso a gritar ‘salgan, el agua se viene’. En ese momento salí a mirar y el agua venía. Subimos a mis abuelos al segundo piso de la casa. Otros vecinos también hicieron lo mismo, también subieron a su segundo piso. Aquí hay muchos ancianos, pero pudimos ponerlos a salvo”, cuenta Luis Rodríguez con un tono de derrota.
Sus chacras quedaron inundadas. Lamenta que las autoridades no hayan brindado el auxilio tras el desastre. “Deben enviar maquinaria para que el agua no se empoce”, dice.
El alcalde Roberto Chávez indicó que las familias damnificadas se resisten a dejar sus casas. “No quieren salir, pese al desborde quieren seguir ahí”, declaró.
En las últimas horas se vienen registrando lluvias en las zonas cercanas al río Moche, así como la activación de quebradas que terminan en este afluente. El riesgo de un nuevo desborde es elevado.
Las lluvias que desencadenaron el desborde del río Moche fueron causadas por el ciclón Yaku, un ciclón de características inusuales atípicas que causó estragos en toda la costa norte del Perú.
Yaku generó acumulados de lluvia por encima de 80 mililitros. En algunas regiones se registraron picos superiores a los 100 mililitros, es decir, 100 litros por metro cuadrado.
Sin embargo, ahora La Libertad se enfrenta a otra amenaza aún peor que el ciclón Yaku. Se trata de lluvias como consecuencia de la Zona de Convergencia Intertropical, cinturón que envuelve todo el planeta en la zona ecuatorial, donde se encuentran vientos húmedos del norte y sur.
“Yaku ya fue. Queda ahora la Zona de Convergencia Intertropical. Ese fenómeno no se puede evitar. Son lluvias más fuertes que las que generó Yaku. Este fenómeno es el que genera las lluvias en Colombia. Pasa dos veces al año todos los años”, precisó.