Inicio¡Qué Palta!DenunciaRondas campesinas liberan a mujeres secuestradas tras 12 días de torturas

Rondas campesinas liberan a mujeres secuestradas tras 12 días de torturas

Los comuneros se negaron a negociar la libertad de ambas detenidas, a quienes acusan de causar la muerte de una persona mediante la práctica de brujería. El Código Penal castiga el delito de secuestro con cadena perpetua, advierte el defensor del Pueblo.

Los ronderos habían organizado una comisión que las buscaba casa por casa. Fueron sacadas a la fuerza y llevadas a un local rústico en el monte donde la asamblea discute los castigos para las culpables. En esta cumbre, integrada por al menos 600 comuneros, todos participan, todos discuten y todos votan.

El objetivo de la asamblea es que las culpables terminen confesando —siempre lo hacen luego de ser sometidas a torturas de todo tipo— y siempre la asamblea escucha lo que quiere oír.

— ¿Trabajas en hechicería o no?, le preguntan a una mujer de 64 años mientras la tienen colgada de una pierna con una soga.

— Confiesa, ¿trabajas en hechicería?, le repiten; mientras la mujer empieza a tener problemas de respiración debido a la presión extra que generan el hígado y los intestinos en sus pulmones.

A su compañera, su familiar, que también está de detenida, la desvisten y la interrogan. Y también la azotan con la binza, ese látigo confeccionado con el órgano genital del toro, trenzado y reforzado con un alambre, que al contacto con la piel es capaz de desgarrarla y sumir en el dolor a su víctima.

Así torturaron a una de las mujeres acusadas de brujería. Foto: difusión.

Estas dos mujeres son Octavia Campos De la Cruz e Irene De la Cruz Castillo. Desde el pasado miércoles 29 de junio, día en que los devotos católicos festejan a San Pedro y San Pablo, fueron retenidas por las rondas campesinas de Chilia, un distrito de Pataz, ubicado a unas ocho horas de Trujillo, capital de la región La Libertad.

Ambas fueron acusadas de practicar hechicería y de causar la muerte de una señora en un caserío cercano. Y la brujería, que no está penado por nuestras leyes, sí se castiga ejemplarmente en la justicia campesina.

— Han confesado, ahora decidamos el castigo.

Lo que viene para ambas detenidas es más tortura. Al vejamen de ser desvestidas ante decenas de hombres y mujeres ahora se suman más golpizas. En la espalda, pecho, piernas, brazos. Los látigos les generan hematomas y les cortan la piel. La ronda tiene sus estatutos. Y los azotes están estipulado en ellos. Dependiendo la magnitud de la falta, a veces aprueban dos latigazos de cada persona presente en la asamblea. Si hay 100 reunidos, los látigos serán 200. Si hay más, mejor no imagine lo que puede pasar. Eso es lo que se discute y eso es lo que se vota. Por eso, los campesinos siempre escuchan la confesión que quieren oír. Así se reducen los látigos a veinte o menos.

El castigo también incluye un juramento ante toda la comunidad: irse del pueblo y nunca volver, si lo hacen serán castigadas, y esta vez con más ferocidad. Esto es la justicia rondera.

No imponen autoridad
Cuando la Defensoría del Pueblo de La Libertad tomó conocimiento del caso, recurrió al sistema de justicia estatal para exigir la liberación de ambas mujeres. Los familiares denunciaron el secuestro el pasado 6 de julio, una semana después de su desaparición.  

“Hasta la noche de este lunes las mujeres seguían retenidas, ambas fueron intervenidas por las rondas acusadas de practicar brujería. Eso ha generado violencia y actos que van en contra de los derechos humanos. Han cometido actos de tortura contra estas mujeres”, indicó a Buenapepa el defensor del Pueblo de La Libertad, José Agüero Lovatón.

Reveló que la familia presentó un habeas corpus en el Poder Judicial a fin de conseguir su liberación de inmediato, sin embargo, “el juez no encontró apoyo policial”. “El Ministerio Público tampoco puede hacer mucho porque tampoco hay apoyo policial suficiente”, lamentó.

Agüero Lovatón contó que en total eran ocho las mujeres buscadas por las rondas campesinas por practicar brujería, de las cuales se retuvo a dos. “Los ronderos le dijeron a la Policía que no las iban a liberar. Que esperen a terminar su periodo de condena, que supuestamente acababa este lunes. Nosotros hemos comunicado al Ministerio de la Mujer, les pedimos que coordinen con el Ministerio del Interior, pero hasta el lunes no se logró nada de eso. En realidad, no ha servido de mucho la diligencia que hicimos”, admitió impotente el defensor del Pueblo.

Lo toman o lo dejan
El presidente de las rondas campesinas del distrito de Chilia, Manuel Quijano Muñoz, afirmó que, por pedido expreso de los ronderos, solo liberarán a las dos mujeres si sus familiares retiran la denuncia asentada en la Policía por el delito de secuestro.

“Las rondas han manifestado bien claro, les dan libertad a las mujeres siempre y cuando retiren sus denuncias. Están plenamente identificados y comprobados sus trabajos de hechicería, si no lo hacen yo no puedo hacer nada. Eso lo ha decidido la misma ronda. También se les ha dicho dejen la zona”, contó.

“Hemos comunicado al Ministerio de la Mujer, les pedimos que coordinen con el Ministerio del Interior, pero hasta el lunes no se logró nada. En realidad, no ha servido de mucho la diligencia que hicimos”

José Agüero Lovatón, defensor del Pueblo

Hasta primeras horas de la mañana, Octavia Campos De la Cruz e Irene De la Cruz Castillo seguían privadas de su libertad. Los ronderos exigen que se retire la denuncia pues son conscientes de que, si son procesados por el delito de secuestro, corren el riesgo de ser sentenciados a cadena perpetua, pues así lo establece la modificatoria del artículo 152 ° del Código Penal: “La pena será de cadena perpetua cuando el agraviado resulte con graves daños en el cuerpo o en la salud física o mental, o muere durante el secuestro, o a consecuencia de dicho acto”.

“Es importante que se articule y que de una vez por todas se pueda liberar a estas mujeres. Las rondas quedaron en evaluar este lunes si las liberaban. Esto va contra los derechos humanos. La brujería no es un acto penado por nuestras leyes. No hay justificación para lo que están haciendo”, explicó el defensor del Pueblo, José Agüero Lovatón.

“Esperemos que el Ministerio Público llegue a determinar la responsabilidad de los ronderos que han actuado en este delito. Eso es secuestro, y eso significa cadena perpetua”, prosiguio.

Según la Defensoría del Pueblo, en Chilia participaron unos 600 ronderos, pero serían responsables directos del secuestro unos catorce de sus dirigentes, los cuales estarían plenamente identificados.