Escrito por: Johan Fiestas Chunga.
Hoy, la Plaza de Armas de Piura —que hace 5 meses soportó la fuerza de Yaku—contempla los párpados de un niño díscolo que aún no supera. Es una ciudad azotada por zancudos avispados y llena de gente que encuentra en el fragor, la búsqueda de su resiliencia.
Según el célebre cronista Miguel Cabello (s. XVI), cuando los españoles hallaron a los primeros pobladores de la ciudad, encontraron a personas laboriosas, pero conflictivas en su organización. La mayoría de estos colectivos provenían de la sierra. En el origen, la guerra.
Actualmente, ¿qué permanece de aquel espíritu? Desde 1983, esta región ha soportado lluvias intensas, tormentas eléctricas, plagas, sequías, fenómenos climatológicos y estúpidas reacciones. Con la furia de la naturaleza, nacieron ruinas y vino el dengue como un zumbido hemorrágico.
Durante tiempos feroces, el segundo departamento más poblado del Perú pierde consistencia y movilidad. Su pésima gestión es una contradicción viviente en un país que ha mantenido su estabilidad monetaria frente a otras naciones de Latinoamérica.
El 15 de agosto, vive su aniversario. ¿Cómo lo reciben los piuranos? Su proyección como ciudad no se puede plantear, meramente, desde una agenda pública. Cuestionar y reaccionar ante su futuro tiene más que ver con el reaccionar que con su futuro.
“San Agustín enseñó que el futuro no es aquello que está delante de nosotros, pues no podemos verlo. Delante, en realidad, tenemos al pasado que sí se deja observar”, suscribe Alberto Vergara, politólogo, en su ensayo Perú, el reino de la incertidumbre, publicado en la revista Foreign Policy (2011).
San Miguel, ¿qué pasó contigo?
El acta fundacional de Piura no existe. La teoría más prolongada responde a que, en 1587, fue incinerada durante la invasión de Thomás Cavendish, corsario avaricioso, al puerto de Paita.
No obstante, si buscamos una fecha exacta para beneplácito de nuestra incertidumbre, encontramos un consenso. Según el historiador Pavel Elías, en 1532, Francisco Pizarro y sus tropas desembarcaron en el río San Miguel.
Allí, sometieron a los indígenas de Tangarará —que hablaban la ‘lengua de los Tallanes’— y obtuvieron información sobre el centro del imperio incaico. Es la primera ciudad oficial de Sudamérica y era parte de la Nueva Castilla.
Para el conquistador, la necesidad de crear una vida citadina era un signo de dominio. Tumbes no cumplía está condición. Por ello, Piura se movilizó hasta ubicarse en un territorio libre de enfermedades y próspero en actividades económicas. En 1588, por orden del Virrey Conde del Villar, dejó Amotape y, luego, Paita, para residir en Tacalá (Distrito de Castilla).
Iglesias, tiendas, cabildos, plaza mayor. Algodón, mulas, producción pesquera. San Miguel, Amotape, Huancabamba, etc. Costa y Sierra engranadas. El inicio del Perú moderno que ahora tiembla.
La convivencia con los hispanos fue favorable. Aquel sector aportó alimentos como el trigo, la caña de azúcar, el olivo; también, ganado porcino, ovino, caprino, entre otros insumos. Se propuso prohibir el mestizaje, pero era un suceso inevitable.
Dragones pluviales
Era noviembre de 1982. Los piuranos empezaban a planificar visitas veraniegas en las naranjas playas de su norte. De pronto, el desencuentro de climas en el Pacífico Sur despertó. El fenómeno de El Niño troceó toda forma. A partir del 15 de dicho mes, abismales lluvias habitaron hasta junio de 1983. La región se convirtió en casa de dragones pluviales.
“En 1983 no fue necesario el año entero para llover 45 milímetros, bastaron 45 minutos para llover esa cantidad […] Las cuencas de los ríos Piura y Chira recibieron un aporte de agua como no se había tenido nunca”, indicó el Dr. Ramón Mujica (V 1991). Sus observaciones no fueron atendidas.
En 1997, sucedió lo mismo a niveles superiores. Infraestructura quebrada, casas de barro en el cieno, ríos desbordados y actividad regional paralizada. Las autoridades colocaron dispositivos de observación en el Océano Pacífico; sin embargo, las acciones para mitigarlo eran inseguras.
Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), las precipitaciones del 2023 despuntaron en intensidad a lo ocurrido en el 2017 con 20, 400 damnificados. El ciclón Yaku se estrenó el 4 de marzo.
Un ciclón se forma por la fusión de vientos en diferentes direcciones que terminan rotando en la superficie del mar (ojo del tifón). De este lugar, se desprenden aires calientes que se elevan rápidamente hasta producir nubes gigantes.
Casi siempre estos tornados tienen dos ojos de rotación (entrada y salida). Sin embargo, Yaku es un ciclón desorganizado, es decir, no posee con una ruta de escape. Piura y Yaku son lo mismo. Desprenden sus aires y carencias de manera dispersa. En 1983, la borrasca intentó acercarse, pero se apiadó.
El jefe del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI), Guillermo Baigorria, explicó la aparición de este tifón debido a la variabilidad del calor que han tenido estos sectores en los últimos tres años. En buen cristiano, se interrumpió la rutina del frío (corrientes inferiores).
“Las lluvias ya estaban. En esas zonas, teníamos una piscina de agua caliente y eso estaba originando lluvias torrenciales en Tumbes y Piura. En ese contexto, ha venido Yaku y ha bombeado más aire con altas temperaturas hacia la costa, incrementando más nubes”, puntualizó.
Efectivamente, las lluvias estacionales son normales en dicha región. SENAMHI las pronostica todos los años. ¿Hay un camino fijo para sobrellevarlas? Ninguna. Los piuranos transitan y transitan, mientras los tornados levitan y levitan.
Según el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) hubo 1014 damnificados, 8 fallecidos, urbanizaciones sin agua potable ni energía eléctrica, 10 mil agricultores afectados (Bajo Piura), 269 viviendas inhabitables, 232 caseríos aislados (Ayabaca, Huancabamba, Morropón, etc), huaicos, desaparecidos (Canchaque), 90 cuencas activadas, 60 quebradas activadas, 43 colegios dañados y hospitales en coma.
De acuerdo al Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), Piura fue la ciudad más probable en inundarse. El presupuesto para prevención fue de 56. 3 %. El avance en el mantenimiento de ríos fue de 23 %. ¿Se nota?
La ejecución de obras oportunas es el gran problema porque ni siquiera pueden iniciarse. El plan drenaje pluvial Piura – Plan río Piura procrastina por la mediocridad política. Revisemos: en el año 2017 se da el fenómeno de El Niño. En abril de ese año, se crea la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC).
Así mismo, en septiembre se anuncia el plan para la reconstrucción. En el 2018, se firma el contrato. Hasta septiembre del 2020, se resuelve dicho acuerdo. Ese mes, la ARCC asume proyectos.
En 2021, se resuelve un nuevo contrato. En mayo de ese año, hay un arreglo con Reino Unido. En 2022, se entregan planes maestros. Este proceso ha tardado 6 años y aún no han empezado las obras. Piura posterga. Se enferma.
“[Sobre el comité central] Hay algunas falencias, por ejemplo, querer exponer algunas tuberías para desaguar las cuencas ciegas. Esa decisión está entre el Ministerio de Transportes (MTC), el Ministerio de Vivienda (MVCS), el Ministerio de Agricultura (MIDAGRI) y el Ministerio de Economía (MEF). Por eso, necesitamos a representantes del gobierno, para que se haga bien desde aquí”, declaró Luis Neyra, gobernador de Piura, en el programa Punto Final.
En aquella entrevista, la periodista Mónica Delta le pregunta sobre el reemplazo abrupto de funcionarios en dos reuniones seguidas con miembros del MEF. Neyra lo acepta y culpa a las gestiones anteriores. Piura elude.
Señor Ministro de Salud, ¿qué hacer?
El primer hallazgo sobre el dengue fue un escrito encontrado en China. La afección descrita estaba vinculada al envenenamiento de agua (265 a 420 D.C). En 1990, Iquitos (Perú) reportó el primer alcance de esta enfermedad. A partir de ese año, se ha reproducido por todo el país.
El dengue proviene de la familia de virus flaviviridae. El mosquito Aedes spp es su portador. Las picaduras del vector contaminan la sangre y causan fiebre alta, dolor de cabeza, salpullido, mareos, dolor abdominal y respiración entrecortada.
Según Willy Lescano, director del Centro Latinoamericano de Excelencia en Cambio Climático y Salud de la UPCH, cabe tener en cuenta que los mosquitos y los zancudos son insectos que habitan espacios de clima tropical (entre los 25° y 30° C), ya que requieren esta atmósfera para su desarrollo fisiológico y la maduración de los huevos que la hembra engendra.
Por tal motivo, cuando la temperatura ambiental es incrementada por el fenómeno de El Niño, se origina un aumento notable de los casos. Hasta la fecha, según el Ministerio de Salud (MINSA), hay más de 230 mil casos de dengue; superior al cuádruple del 2022.
En Piura, existen más de 70 mil infectados —alrededor del 3 % de su población actual: 2 millones 127 mil habitantes — y 137 fallecidos.
También, consideremos las recientes precipitaciones; las cuales crean depósitos de agua que se convierten en espacios para la germinación de las crías del Aedes spp, siendo un peligro para la población cercana a estas formaciones.
Algunas de las recomendaciones para evitarlo son tomar abundante líquido, tapar los almacenes de agua, desechar toda basura, usar repelente cada 3 horas y lavar los tanques de agua.
La magnitud de casos clínicos se mide por 4 niveles de experimentación. En el primer escalón se pone presión en el área seleccionada y brota sangre. En el segundo rango, sin ninguna presión, el paciente brota sangre. En el tercera categoría, se conduce a la hipotensión (presión arterial baja de lo normal). En el cuarto grado, hay una ausencia de presión.
De igual manera, existen afecciones con las cuales el dengue suele asociarse y complicar el estado de salud. Por ejemplo, la desnutrición y anemia. En la población rural, es una de las problemáticas más acentuadas, aquejando, principalmente, a niños menores de 10 años.
Este es el grupo etario con mayor riesgo, porque los niños desnutridos muestran dificultades en la producción de hemoglobina; lo cual complica la situación del paciente, si se desata un cuadro de hemorragia externa o interna.
“[A fines de abril], fui al hospital a que me diagnostiquen, pero no lo logré. Llegué y había una cola inmensa. Yo era la número 60 e iban por la 10. Solo era una doctora la que atendía en un tópico pequeño, y se demoraba más de 20 minutos por paciente. Muchos estaban en el piso y no soportaban los malestares. Decidí regresarme a mi casa y ver la forma de atenderme en el privado”, narra Micaela Pérez, docente, sobre su experiencia en el Hospital de Sullana, ubicado en la avenida Santa Rosa.
Según un chequeo de La República Data, el presupuesto para el control de enfermedades producidas por animales para la región fue de S/2.150.753. De dicha cantidad, se ha gastado solo el 9 %. ¿Y las vacunas?
A comienzos de junio, el congreso organizaba una interpelación a la Ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, por la mala gestión del dengue. Por ello, se aprobó la moción, pero la parlamentaria Patricia Chirinos anunció una nueva iniciativa. En el documento, se citaba a Gutiérrez para, solamente, conocer la situación de la epidemia.
El 15 de junio, la Ministra acudió al pleno del poder legislativo y culpó a las gestiones anteriores por la crisis del dengue. El mismo argumento que dio el Gobernador de Piura. ¿El pasado nos condena? Si tanto lo reiteramos, entonces, demasiado lo conocemos. Y si lo conocemos, ¿por qué estamos condenados a repetirlo?, ¿en serio, lo conocemos?
En su discurso, comunicó su renuncia al MINSA. Pasada las 10 p. m., Presidencia del Perú, vía Twitter, la aceptó.
Gutiérrez ya soportaba un escándalo. No elaboró un previo estudio para la compra de medicamentos contra el coronavirus. Por su falta, se perdió hasta 22. 4 millones de dólares en vacunas caducadas o vetadas.
“La Organización Panamericana de la Salud (OPS) todavía no ha acreditado aún la vacuna para que podamos incorporarla. Es decir, las vacunas contra el dengue no tienen una acreditación”, informó para Radio Programas del Perú (RPP).
Pero el pasado siempre juega sobre un hilo. El 12 de julio, Rosa Gutiérrez es nombrada presidenta de EsSalud. Duró 11 días en el cargo.
Feliz diablo
El aniversario es el festejo de una fecha en la cual se cumplen años de un evento. Por ejemplo, cuando Piura cumple 491 años, celebra el 491º aniversario de su natalicio.
En la modernidad, el fin de toda composición era el individuo. Antes que Perú, o que Piura, o que una familia, está el sujeto. Luego, se repensó al individuo como constituyente. Aquí la nacionalidad aparece: antes de ser Ignacio Merino (pintor), Miguel Grau (marino militar) o Cayetano Heredia (médico), primero, son piuranos.
La identidad regional se funde. ¿Cómo reciben los piuranos su aniversario? Los ciudadanos saben que Piura se inunda y que ellos adolecen, pero siguen petrificados en su vivir. En ese caso, definir su identidad social es una quimera, citando a Manuel Gonzáles Prada (Obras, 1985, tomo I, 347).
Desde esta lógica, es mejor inventar un acontecimiento que celebre la historia de la ciudad y promueva sus atractivos (música tropical, turismo, gastronomía, artesanía y danzas). Pero, ¿es pertinente averiguar con qué propósito?
Ideales. El aniversario de Piura es una representación de los ideales humanos. Celebrarlo crea minutos de amor regional, felicidad comunitaria y la idea de cambiar el mundo. El sentido común nos reitera que estos objetivos pueden ser posibles; porque si son imposibles, nada tiene sentido y el orden de una sociedad se diluye.
“¡Han pasado años de años!, ¡me he mezclado / en tantas cosas!, y ahora que el sol / reverbera sobre el asfalto, no extraño / a esa patria, distante y diminuta. / O tal vez la extraño y por eso escribo”, cincela Marcos Martos en su poema San Miguel de Piura.