El suicidio es un problema de salud pública que afecta a comunidades en todo el mundo, y el Perú no es una excepción. Según los datos del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), en el 2022, 686 personas decidieron quitarse la vida, mientras que 2.307 individuos intentaron hacerlo. Estas cifras alarmantes revelan la urgencia de abordar este tema en nuestra sociedad.
Impacto de la pandemia
El Ministerio de Salud (Minsa) ha señalado que la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la salud mental de la población peruana y ha contribuido a un aumento en las tasas de suicidio. La crisis económica, el aislamiento social y la incertidumbre han exacerbado la ansiedad y la depresión, lo que a su vez ha aumentado el riesgo de suicidio.
Natalia Ascurra, psiquiatra de la Dirección de Salud Mental del Minsa, destacó que la depresión es uno de los principales factores de riesgo para el suicidio. Sin embargo, enfatizó que la depresión es una enfermedad prevenible y tratable. Existen centros de salud comunitaria en todo el Perú con profesionales de la salud mental capacitados para brindar apoyo a quienes lo necesitan.
Otros factores de riesgo
Si bien la depresión es un factor de riesgo importante, no es el único. July Caballero, directora de Salud Mental del Minsa, identificó otros factores que se asocian con la conducta suicida. Estos incluyen padecer trastornos mentales, el consumo de sustancias y la presencia de psicosis o manías. Es fundamental abordar estos problemas de manera integral y brindar acceso a la atención médica adecuada.
La brecha de género
A nivel mundial, los hombres tienen tasas de suicidio más altas que las mujeres, y esta tendencia se refleja en el Perú. Según el informe de Sinadef, 463 de los suicidios registrados en el país correspondieron a hombres, mientras que 233 fueron mujeres. Esta brecha de género en las tasas de suicidio es un fenómeno global y se atribuye a múltiples factores.
Natalia Ascurra, siquiatra del Minsa, explicó que uno de estos factores es que los hombres a menudo tienen un mayor acceso a métodos letales, como armas de fuego, lo que aumenta la letalidad de los intentos de suicidio. Además, señaló que los estereotipos de género pueden llevar a que los hombres sean menos propensos a buscar ayuda y a expresar sus emociones, lo que dificulta la detección temprana y la prevención del suicidio.
“los hombres se niegan a expresar sus emociones, a reconocer que están pasando por un episodio de tristeza. No buscan ayuda tempranamente, ya que el suicidio es evitable si es que justamente se busca la ayuda oportuna”
Atento a estas señales
July Caballero destacó la importancia de conocer señales de riesgo que pueden indicar un mayor peligro de suicidio. Estas señales incluyen cambios bruscos de comportamiento, alteraciones del estado de ánimo (como irritabilidad), dificultades para conciliar el sueño y un deterioro en el desempeño académico o laboral. Reconocer estas señales es fundamental para intervenir a tiempo y proporcionar el apoyo necesario.
Pide ayuda
La prevención del suicidio es responsabilidad de toda la sociedad. Es fundamental hablar abierta y responsablemente sobre este tema y eliminar el estigma que a menudo lo rodea. Natalia Ascurra resaltó que el Perú cuenta con 248 centros de salud mental comunitaria en todo el país, lo que garantiza que la atención esté al alcance de quienes la necesitan.
Además, el Minsa ha puesto a disposición de la población la Línea 113 (opción 5), que opera las 24 horas del día y los siete días a la semana. Esta línea telefónica ofrece apoyo y orientación a personas que enfrentan crisis de salud mental o que necesitan ayuda para sí mismas o para alguien que conocen.
Prevenir el suicidio
El suicidio es un problema complejo que requiere una respuesta integral. La pandemia ha exacerbado los factores de riesgo, pero también ha puesto de relieve la importancia de abordar la salud mental de manera proactiva. La detección temprana, el acceso a la atención médica y el apoyo de la comunidad son clave para prevenir el suicidio en el Perú. Es fundamental que todos los ciudadanos se informen sobre las señales de riesgo, sepan cómo acceder a ayuda y trabajen juntos para eliminar el estigma que rodea a la salud m