InicioMercadoPerifaz: artista peruano lucha por no perder la visión y necesita publicar...

Perifaz: artista peruano lucha por no perder la visión y necesita publicar su obra sobre Manuela Sáenz

Rolando Puchulán —Perifaz— vivió en la casa de Manuela Sáenz, la mujer que fue la compañera de Bolívar en la gesta libertadora. El artista necesita ayuda para difundir su arte y para cuidar su salud.

Perifaz es el típico artista peruano: talentoso, pero precario; de abundante obra, pero con pocas oportunidades. Amable, querido por sus estudiantes, un alma buena, que debe enfrentarse con toda su libertad a la indiferencia y desidia de una sociedad que condena a sus artistas a la pobreza.

Además, este mundo castiga a los artistas con precariedad y la negación de servicios de salud, lo cual agrava sus dolencias y dolores e impide que practiquen su arte.

Perifaz es el típico artista peruano: talentoso, pero precario; de abundante obra, pero con pocas oportunidades. Amable, querido por sus estudiantes, un alma buena.

Perifaz, un hombre menudo, de voz pausada, de modales de otra época, estaba a punto de perder la visión. Una luz se apagaba en el pintor y caricaturista. “Ayúdame a conseguir un contacto que pueda ayudarme”, le suplicó al escritor y promotor cultural Ricardo Espinoza Rumiche, a finales de setiembre del 2023.

“Perifaz me ha pedido ayuda no con las palabras, sino con el alma”, comentaría Espinoza, en sus redes sociales.

Su arte y Manuela Sáenz

Sentado en la mesa del comedor de su casa, Rolando Puchulán, el hombre y el nombre detrás de Perifaz, observa sus creaciones artísticas y se pregunta, con rabia y frustración, por qué el buen arte no es reconocido, destacado, valorado y apreciado, como en otros países.

Para muestra un botón. Tiene una obra ya terminada a la que ha llamado Manuela Sáenz en Paita 1835–1856. Sin embargo, no cuenta con apoyo económico por parte de las autoridades e instituciones para publicarla. Es lo que más le decepciona, porque no se promueve y no se destaca al arte en el lugar donde nació.

Perifaz, Rolando Puchulán

Llegó al mundo en Paita, el segundo puerto más importante del Perú. Vivió su infancia en el barrio de La Figura, en la icónica y famosa casa donde pasó sus últimos días la legendaria Manuela Sáenz, la mujer que más influyó en Simón Bolívar, el hombre que selló la emancipación de América del yugo español.

La ecuatoriana Manuela Sáenz fue una mujer valiente y rebelde que acompañó a Bolívar en su lucha por la independencia del continente. Le salvó la vida, le inspiró con su pasión y compartió sus ideales de libertad y unidad.

Según el historiador Germán Arciniegas, ella fue “la más grande mujer de la revolución” y “la más fiel compañera de Bolívar”.

Se ganó el apodo de Libertadora del Libertador por impedir el asesinato de Bolívar en 1828. Para Bolívar, ella era “su amiga más querida, su dulce confidente, su abnegada compañera”. Murió el 23 de noviembre de 1856. Está sepultada en Paita.

Casa nuestra

El haber vivido en esa casa y respirado ese aire, lo envuelve en la historia a Rolando Puchulán. Cuando era adolescente, se interesó en el personaje.

En aquella época, llegaban delegaciones de ecuatorianos a rendirle homenaje a su paisana. De niño, Rolando disfrutaba de esas ceremonias.

Su papá le hablaba de esa mujer que abandonó a su marido, un médico inglés, con el fin de seguir a Bolívar, y que no titubeó para empuñar una espada y defender a su amado de quienes llegaron a asesinarlo.

Él siempre le inculcaba situaciones de la conocida militar y política norteña. Un día reunió muchas biografías y comenzó a plasmarlas para crear una historieta, esa que está lista, pero sin apoyo.

Yo dibujante

Antes, se dedicaba solo a sus obras y peculiares caricaturas, ya que era su pasión y sustento al mismo tiempo. Ahora, dibuja para relajarse y mostrar que la verdadera vocación siempre se lleva en el corazón.

“La caricatura es como un hijo más”, pondera.

Durante una clase de inglés, a los 16 años, dibujó a un profesor en la pizarra. Esa travesura y las palabras del docente lo motivaron a ingresar y estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Piura.

Desde alcaldes, escritores, hasta el Instituto Nacional de Cultura, han elogiado, destacado y premiado el enorme talento de este artista peruano.

Durante una clase de inglés, a los 16 años, dibujó a un profesor en la pizarra. Esa travesura y las palabras del docente lo motivaron a ingresar y estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Piura.

Probablemente, cuando aluden al nombre de Rolando Puchulán, muchos no sepan de quién se trata. Pero cuando escuchan Perifaz, en Paita identifican el talento y la creatividad del veterano caricaturista, que ve, en cada persona con la que interactúa, una posibilidad de plasmar sus rasgos físicos, con detalles peculiares, para convertirlo en una auténtica caricatura.

“Perifaz es un artista que produce para satisfacer las necesidades de los otros. Nunca ha visto el arte como un negocio —he ahí lo malo—, lo hace porque le nace desde lo más hondo de su existencia. Perifaz crea para que las personas se acerquen a su sensibilidad y para que él pueda compartir con todos lo que brota de su alma”, describe el escritor Ricardo Espinoza Rumiche.

Todo sobre mi madre

El interés de Rolando Puchulán por el arte fue impulsado por su madre, una comerciante, quien cuando cumplía con trabajos de costura, él veía cómo dibujaba con la punta de la máquina. Creaba imágenes, figuras, paisajes, sin tener modelos.

“Mi madre era tan hábil para esas cosas y a mí, me llamaba mucho la atención. Me acercaba a su máquina y veía cómo trabajaba y ahí nace ese interés por el dibujo animado, de una manera autodidacta”, evoca.

Puchulán considera que la caricatura es más emocionante y gratificante porque es muy llamativa  y atractiva.  Así lo ha percibido en las exposiciones que ha realizado.

“Es muy valorada. Así, me acostumbré a ese tipo de caricaturas a simple línea, rápida, simplificada; pero sin perder el parecido del personaje. Tengo muchas, y, para mí, cada una es un hijo más”, expresa.

La caricatura (del italiano caricare: cargar, exagerar) es un retrato que exagera o distorsiona la apariencia física de una o varias personas. Es en ocasiones un retrato de la sociedad reconocible, para crear un parecido fácilmente identificable y, por lo general, humorístico.

La técnica usual se basa en recoger los rasgos más marcados de una persona (labios, nariz, cabello, cejas, etc.) y exagerarlos para causar comicidad o representar un defecto moral a través de la deformación de estos.

¿Por qué Perifaz?

En 1997, Jorge Luis Yamunaqué Pasache, un gran amigo de Rolando, le recomienda que para la exposición que estaba a punto de inaugurar, sus obras debían de tener un seudónimo.

Su compañero advierte que el artista está en un proceso, por lo que sus caricaturas, las primeras, son estilo retrato, a las cuales les falta un poco más de estilización.

“Me dijo que estaba buscándome un seudónimo. ‘Estás en un periodo’, me dice. ‘Faz, rostro humano. Ah ya, Perifaz. Periodo de estudio del rostro humano’. A mí no me gustaba, pero él me bautizó así. Entonces, empecé a firmar las caricaturas, ya no como Puchulán. Pude hacer una muestra en el colegio Juan Pablo, donde trabajaba, y fue un golazo esa muestra. Así nace Perifaz”, recuerda.

En el portal web Noticias Paita 3.0, se publicó un video en el que dibujaba un retrato con los dedos de los pies. Esa habilidad surge en la primaria, un día en el que le quitaron las medias, le pusieron un lápiz en el pie y le alcanzaron una cartulina. En ese momento se evidenció esa extravagante habilidad para dibujar.

“Al principio, yo no le daba mucha importancia a eso, pero, después, en mi juventud, en Piura, me ponía a travesear así, con el pie. Un día, llega la pandemia. Me encontraba sin hacer nada. Uno de mis hijos me dice que le haga un dibujo con el pie, para verme. Al terminar, se quedaron con la boca abierta”.

dibujaba un retrato con los dedos de los pies. Esa habilidad surge en la primaria, un día en el que le quitaron las medias, le pusieron un lápiz en el pie y le alcanzaron una cartulina.

“Me preguntaron cómo podía hacer eso. Les dije que las habilidades no están en la mano, sino en el cerebro. Las manos y los dedos del pie son un canal, porque todo está en la mente. Incluso, he practicado, hasta con la boca, algunos trazos con pincel, con plumones”, comenta.

Hay una luz

 Como en la vida de la mayoría de los grandes artistas, su talento fue amenazado por una enfermedad que arriesgó una de sus más imprescindibles herramientas: la visión.

Una catarata se desarrollaba en su vista derecha, lo cual le impedía ver. Esa pérdida progresiva de uno de sus más importantes sentidos necesitaba una operación urgente, la cual resultó de manera segura y exitosa para que Rolando Puchulán pueda continuar con lo que más le apasiona: el arte caricaturesco.

Gracias a las redes sociales, familiares, amigos, exalumnos y conocidos pudieron unirse para ayudar a la salud del profesor, quien se encuentra en reposo absoluto a fin de recuperarse por completo.

Sin embargo, para poder lograrlo, debe seguir un costoso tratamiento que implica el uso de medicamentos de manera diaria. Por lo cual, se necesita el apoyo para que Perifaz siga con sus singulares creaciones.

 “Me operaron hace 15 días. Gracias a Dios, he salido bien. Ya recuperé mi vista. Dentro de 25 días es mi última consulta y a seguir el tratamiento y a cuidarse mucho”, contó a BuenaPepa.

Escribe Sebastián Salazar Valdiviezo