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Películas de acción las de mis tiempos

No sé si estoy viejo o, simplemente, mi gusto ya no se adapta a las nuevas visiones.

A lo largo de los años, las películas de acción fueron un punto fuerte (creo que para toda mi generación). Hablo de haber estado pegado a Función estelar de Frecuencia 2, de lunes a viernes, viendo casi todas las películas de Van Damme o los cinco filmes del Vengador Anónimo o todas las de Rambo o Rocky.

Esas historias curtieron mi pellejo —ya añejo— o, más bien, mis ojos, pues durante toda mi niñez y adolescencia me hicieron inmune a la sangre, golpes fantásticos o balaceras interminables; pero a lo que voy es a tratar de entender por qué el cine de acción actual no cumple mis expectativas.

Sí, no le puedo quitar la gracia a las producciones que me llegan a entretener a punto de golpe limpio y exagerado; pero siempre queda esa sensación de ya visto.

Películas como John Wick (ojo estamos hablando de la uno, las demás terminan a lo mucho convirtiéndose en un videojuego estilizado en la gran pantalla) o el casi videoclip Baby driver son películas que destacan del montón (existen una lista no tan larga), pero la gran mayoría termina siendo contenido que solo distrae, sin lograr más.

A las películas de acción no se le pide mucho. Ser divertidas, sangrientas, llenas de municiones o buenas coreografías de combate son los puntos mínimos que esperamos de estas producciones; pero como un consumidor habitual de contenido desde mi más tierna infancia, me vuelvo más exigente o, tal vez, solo soy un viejo chocho que piensa que todo tiempo pasado fue mejor.

Las producciones actuales, repito, son contenidos casi reciclados, rozando lo gore y visceral que hacen extrañar a aquellos filmes de muy bajo presupuesto, donde el luchador de turno a dorso desnudo se enfrentaba a un ejército hasta alcanzar su objetivo.

Pensándolo bien, sí, son otros tiempos, los públicos son diferentes y por ende los contenidos son distintos; por ello dudo mucho que un adolescente disfrute, como yo en su momento, cuando descubrí la saga que se extendía cada vez más de Retroceder nunca rendirse jamás. Aunque de igual manera tendría que decir/pedir que comprendan que crecí en otro tiempo.

Nobody, películas de acción

Sí, respeto y valoro los avances, las nuevas ideologías o representantes. Antes los héroes eran jóvenes corpulentos. Hace poco, fueron personajes casi retirados, casi ancianos como Denzel Washington en El Justiciero o mujeres empoderadas como Jennifer Garner en Matar o morir o la mismísima Jennifer López en Madre, entre otros muchos nuevos héroes de acción.

O ese saborcito a película hecha hace algunos años que tiene Noche sin paz, que me regresa a disfrutar como un mocoso de esa acción casi sin sentido de aquellos años que no volverán.

Esta reflexión parte después de ver Nobody de Ilya Naishuller, película entretenida, llena de violencia, de disparos y muchos muertos; pero que es más de los mismo.

Discrepo con quienes sostienen que esta sea una muy buena película. Es una película de acción y punto. No le veo lo extraordinario, lo distinto o es que ya estoy viejo o tiendo a ser exigente con las historias. Lo que me sorprende, pues siempre me considere abierto a ver nuevos contenidos.

Esperemos que lo moderno no sean productos hechos en masa. Por el contrario, deben ambicionar a transformarse en aquellas visiones nuevas que nos llenen de emociones y cautiven a nuevos niños que, como yo, quedamos fascinados por las películas. 

Federico Sabana Vega
Federico Sabana Vega
(Chicama, 1980) Maestro en Educación, con estudios de Doctorado en Comunicación Social, docente universitario, cinéfilo en rehabilitación, seriéfilo por decisión, adicto a la cultura friki, promotor y realizador de eventos culturales. Organizador, gestor y promotor del Trujillo Cómic.