Especialista en criminología, exministro de Estado y exdirector del Inpe. José Luis Pérez Guadalupe es una voz autorizada para analizar el avance de la delincuencia organizada, flagelo que en Trujillo el 2021, y en pleno auge de la segunda y tercera ola de la pandemia, ha cobrado la vida de 97 personas y agudizado el problema de la inseguridad ciudadana.
En diálogo con buenapepa, el extitular de la cartera del Interior durante los años 2015 y 2016, cuestiona los cambios efectuados en la Policía Nacional, medidas que tienen un impacto directo en la lucha contra las bandas delincuenciales.
La realidad de las principales regiones del país en cuanto a seguridad ciudadana es muy similar. En La Libertad se registraron 189 crímenes en el 2021, ¿cómo están respondiendo las autoridades a este desafío?
Después de que dio de baja a veinte generales el efímero ministro Rubén Vargas (en el 2020, durante el gobierno de transición de Francisco Sagasti), no sé cómo está la cosa. Pero es evidente que la problemática se ha agravado. Lo que pasa en Lima, Callao, Trujillo así lo demuestra.
¿Cree que las autoridades cuentan con las herramientas para frenar el avance del crimen organizado?
Se supone que sí cuentan con las herramientas, pero si lo hacen o no es otra cosa.
¿Qué sensación le deja las medidas adoptadas por el Gobierno, como los cambios en la Policía y el Ministerio del Interior?
El presidente dijo que iban a declarar en emergencia el distrito José Leonardo Ortiz (Chiclayo), él no puede declarar en emergencia un distrito (risas). Puede declarar en emergencia una provincia o región, como el Callao o Lima; pero un distrito no tiene sentido. Populismo puro.
Tampoco se puede poner un helicóptero para cada gobernador regional. El presidente cree que es como poner una combi en la puerta del Gore. Ni idea tiene el hombre. Como dijo su propio ministro Francke, así como no tiene ni idea de las cosas de economía, tampoco tiene ni idea de cuestiones de seguridad.
Esta problemática ha vuelto a poner sobre el tapete el pedido puntual para que el Ejército patrulle las calles, ¿es una opción que debe evaluarse?
Nunca ha dado resultados. No sé para qué lo proponen.
¿Populismo?
O tontería. La gente también lo pide por desconocimiento. Como se sienten indefensos frente al crimen es normal, pero que las autoridades lo avalen ese es el problema. Ojo, que la gente lo pida no es problema, que las autoridades lo hagan sí.
Pero la inseguridad nos ha desbordado, es evidente que hay que hacer algo. Si lo del Ejército no es viable, ¿qué se necesita para lograr una política efectiva en seguridad ciudadana?
Se necesitan muchas cosas, la principal ahora es liderazgo, no lo hay. Se necesita liderazgo desde la cabeza. No tenemos presidente, no tenemos ministro del Interior por más que hayan nombrado uno, al comandante general de la Policía no lo conozco, espero que lo haga bien. No hay liderazgo, no se siente. Los policías con los que converso sienten que se ha perdido el rumbo de la institución.
Esto también lleva a que más ciudadanos adopten justicia por sus propios medios, ¿cuáles son los peligros de esta situación?
Esto no es nuevo, pero llena un vacío. La propia creación de las rondas campesinas es eso, pero de una manera racional, ordenada tiene sentido esa creación. Se van a buscar alternativas ciudadanas ya que no hay seguridad; pero cuando tomas estas medidas como incluir rondas campesinas en ciudades donde sí hay policías eso sí es peligroso porque son tomas de ‘justicias alternativas’, eso significa una ausencia del Estado.
“No se va a enrumbar tampoco. Si ya con los seis meses que hemos visto no hay manera de que el profesor aprenda. Eso es lo grave”.
Recuperar la confianza de la población ahora mismo parece imposible, ¿cómo conseguirla?
Parte por un liderazgo desde arriba que no tenemos, eso es más difícil porque a nivel presupuestal, a nivel de gestión de política a largo plazo tampoco vemos mucho. Ya existe un plan elaborado por la Policía hace dos años, es el plan Mariano Santos, ahí está bien determinado lo que se debe hacer. Se propone cinco factores. Recomendaría que se ponga en ejecución ese plan. Lo han hecho, han gastado plata, ha habido financiamiento externo de la embajada británica y nadie lo ejecuta. Han pasado ocho ministros en un año.
¿Cree que es posible cambiar el rumbo en las políticas de seguridad ciudadana?
Es que no se va a enrumbar tampoco. Si ya con los seis meses que hemos visto no hay manera de que el profesor aprenda. Eso es lo grave. No veo manera de enrumbar nada porque no hay sentido de realidad ni sentido de que estamos mal. Qué vamos a enrumbar si para él (Pedro Castillo) todo es una maravilla. El presidente tiene un problema de inconciencia sicológica. No tiene criterio de realidad, vive un mundo paralelo. No hay salida.