Lima. “La empresa, en lugar de limpiar, busca a otros culpables”, declaró el ministro del Ambiente de Perú, Modesto Montoya, tras el anuncio de Repsol del inicio de acciones legales contra el armador del Mare Doricum por el derrame de enero en las costas de Lima y el Callao desde la refinería La Pampilla.
Montoya afirmó este lunes solo se han recuperado unos 2.000 de los más de 10.000 barriles y que se ha avanzado en un 70 por ciento en la limpieza de las playas afectadas, en declaraciones a la emisora RPP Noticias.
También dijo que el Estado peruano no tiene la tecnología necesaria para hacerse cargo de la limpieza de las islas cercanas a la zona, pero sí participa en la limpieza de las playas, junto con las empresas privadas a cargo de esas labores. Reiteró que al referirse al avance de la limpieza solo habla de las playas afectadas, pero “todo lo que ha ido al fondo del mar, todo está contaminado” y debe ser sometido a “un proceso que tendría que estudiarse más tarde, con participación de científicos”.
Solo se han recuperado unos 2.000 de los más de 10.000 barriles y que se ha avanzado en un 70 por ciento en la limpieza de las playas afectadas.
“Desconsideración con la naturaleza”
Sobre el anuncio de Repsol que ha presentado un reclamo a los propietarios del petrolero italiano Mare Doricum y sus aseguradoras por el derrame del crudo, que supone el inicio del proceso de cobertura de los daños ocasionados, Montoya consideró que la empresa “en lugar de limpiar, busca otros culpables”.
“La empresa, en lugar de limpiar, busca a otros culpables. Da la impresión de que hay cierto grado de desconsideración con la naturaleza”, afirmó. El derrame del pasado 15 de enero afectó al mar y las playas de Lima y el Callao, y se produjo al soltarse o desprenderse supuestamente la plataforma de colectores, en coincidencia con un nivel inusitado del mar a causa del tsunami generado por la erupción volcánica de Tonga.
El mar tiene la culpa
En ese sentido, el presidente de Repsol Perú, Jaime Fernández-Cuesta, aseguró este viernes ante una comisión del Congreso que la fuga de crudo fue causada por el “movimiento anómalo” del buque petrolero cuando se descargaba el hidrocarburo de la terminal 2 de La Pampilla, ubicada en el municipio de Ventanilla. “La posición nuestra es que esta rotura, este derrame, se ha producido por un movimiento anómalo del buque”, señaló.
El litoral peruano recibió el vertido de unos 10.396 barriles de crudo, según datos de Repsol, mientras que las autoridades peruanas aseguran que fueron 11.900. Según la empresa, el área afectada alcanzó los 105 kilómetros cuadrados.
Repsol también señaló que se dispone a entrar en la etapa final de limpieza de playas, que espera concluir durante este mes, mientras que en marzo terminará la labor en lugares que requieren trabajos más minuciosos, como acantilados, zonas rocosas y arrecifes.
Fernández-Cuesta reiteró el viernes el compromiso de la compañía de “devolver el litoral peruano a su estado natural” y dijo que la empresa mantiene un diálogo continuo con los grupos de pescadores, comerciantes y vecinos afectados para escuchar sus demandas y brindarles el soporte correspondiente. (Tomada Andina).
El litoral peruano recibió el vertido de unos 10.396 barriles de crudo, según datos de Repsol, mientras que las autoridades peruanas aseguran que fueron 11.900. Según la empresa, el área afectada alcanzó los 105 kilómetros cuadrados.