La maternidad subrogada, también conocida como vientre de alquiler, es una práctica que consiste en que una mujer gesta y da a luz a un bebé para otra persona o pareja, que serán los padres legales del menor.
Esta opción reproductiva ha provocado un intenso debate en Perú, porque existe una regulación específica al respecto, lo que genera vacíos legales e incertidumbre para las partes involucradas.
Según el proyecto de Ley N.º 11082 del 4 de agosto de 2004, presentado por el congresista Carlos Bruce, la maternidad subrogada estaría prohibida en Perú, al considerarla una forma de explotación de la mujer y una vulneración de los derechos del niño.
Sin embargo, este proyecto no ha sido aprobado ni debatido en el Congreso, por lo que la situación actual es de ambigüedad jurídica.
Maternidad subrogada: lucha legal
En este contexto, se han presentado algunos casos de gestación subrogada en Perú que han llegado a los tribunales, en busca del reconocimiento legal y la nacionalidad de los menores nacidos por este método.
Uno de ellos es el del matrimonio formado por D.F.P.Q. y G.S., quienes encargaron a I.Z.C.M la gestación de su hijo, concebido con el óvulo de una donante anónima y el esperma del padre biológico.
Tras el nacimiento, la gestante subrogada dimitió a sus derechos sobre el menor y lo entregó al matrimonio, que inició un proceso judicial para registrarlo ante las autoridades como su hijo.
La Corte Suprema de Justicia del Perú resolvió este caso en el año 2016, al reconocer la filiación del menor con el padre biológico y la madre adoptiva, y le otorgó la nacionalidad peruana.
La sentencia se basó en el principio del interés superior del niño y en el derecho a la identidad, consagrados en la Constitución Política del Perú y en la Convención sobre los Derechos del Niño.
Otro caso reciente es el del conductor y productor de televisión Ricardo Morán, quien recurrió al Tribunal Constitucional (TC) para solicitar el reconocimiento de sus dos hijos gemelos, nacidos por gestación subrogada en Estados Unidos.
La Corte Suprema de Justicia del Perú resolvió este caso en el año 2016, al reconocer la filiación del menor con el padre biológico y la madre adoptiva, y le otorgó la nacionalidad peruana.
Morán sostiene que sus vástagos tienen derecho a la nacionalidad peruana por ser hijos de padre peruano, tal como lo establece el artículo 53 de la Constitución.
Empero, la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp) se negó a inscribirlos como tales, al considerar que la gestación subrogada es contraria a la legislación peruana.
“Cuatro años después de su nacimiento, mis hijos siguen estando en el Perú en una situación irregular. Yo soy su única familia, soy su sostén. Yo soy peruano, vivo en el Perú, pago mis impuestos aquí. Amo mi país. Y quiero que mis hijos tengan ese derecho que les corresponde”, dijo Morán Vargas durante la audiencia ante el TC, según La República.
En el limbo
El TC aún no ha emitido una resolución sobre este caso, que podría sentar un precedente. Mientras tanto, Morán cuenta con el apoyo de diversas personalidades públicas y organizaciones civiles que defienden la maternidad subrogada como una forma legítima de formar una familia.
Entre ellos se encuentra el congresista Alberto de Belaúnde, quien presentó un proyecto de ley para regular esta práctica en Perú, garantizando los derechos y deberes de las partes involucradas y protegiendo los intereses de los menores.
La maternidad subrogada es un tema complejo y sensible que requiere un debate amplio y profundo en la sociedad peruana. Hay argumentos a favor y en contra de esta práctica, que involucran aspectos éticos, médicos, psicológicos, sociales y legales.
Lo cierto es que cada vez más personas recurren a esta opción para cumplir su sueño de ser padres, y que el Estado debe brindarles un marco normativo adecuado que salvaguarde sus derechos y los de los niños nacidos por este método.
