Sobre todo, debemos verla como lo que es: el cierre de una nueva etapa que se vio plagada de nuevos ejercicios y experimentos en busca de ampliar el espectro heroico al que nos tienen acostumbrados.
Estamos contemplando el final de la fase 4 del Universo Cinematográfico de Marvel, el cual no solo se centró en cine, sino que a través de las series se fueron agregando una nueva galería de personajes, unos más atractivos que los otros, pero todos con un gran potencial para las siguientes fases de este universo que aún continua en expansión.
Y este cierre no pudo ser mejor que hacerlo con la secuela de unas de las películas más halagadas de UCM, Pantera negra: Wakanda por siempre (Ryan Coogler, 2022) nos muestra un sentido homenaje Chadwick Boseman, actor que perdió la vida debido a un cáncer; Marvel considero no quitarle el puesto de forma directa, pero si le dio esa despedida que todos queríamos darle.
Pero frente a la aparición de una nueva amenaza venida desde las profundidades del océano, personificado en Namor el submarino, no le queda a Wakanda más remedio que buscar la forma de enfrentarlo y sobrevivir. Esto ligado a la reconciliación de Shuri, princesa del reino africano, con sus tradiciones; la aparición de nuevos y viejos secundarios.
Entre los nuevos personajes encontramos a Riri Williams quien tendrá un papel importante en el UCM como la sucesora de Iron Man. No debemos olvidarnos de las Dora Milaje, quienes en su función de guardia real cumplen sobre manera este encargo, al demostrar su maestría para la lucha.
Por otro lado, Ténoch Huerta se luce en el papel de enemigo principal de esta entrega. Aunque la historia del origen de su pueblo, como una raza similar a los atlantes, deja mucho que desear. Este gazapo no le resta al concepto mesoamericano a través de su iconografía, vestimenta, cultura que se llega a plasmar de manera más que apropiada; dándole otro realce a la misión de un líder considerado un dios por su gente, casi llegamos a empatizar con su objetivo.
La cinta es emotiva por momentos, entretenida en parte, buenos efectos especiales y mejor en su apartado de arte (vestimentas, caracterizaciones, trajes) con una carga de ideales y posturas que sientan un camino a recorrer en las próximas fases del universo concebido por Marvel Studios.
En resumen, es una historia interesante que cierra un ciclo pero que abre muchos más en espera de futuras entregas y crossover tratando de sentar las bases de lo que se viene más adelante, al grito de Wakanda Forever.