Desde el 10 de abril de 2022, el paradero de Maritza Sambrano García (40) parece estar cerca y, a la vez, lejos, muy lejos. Su primo, Rodar Daniel Feria García (41), figura crucial en su desaparición, está a punto de cumplir 18 meses tras las rejas.
A pesar del tiempo transcurrido, su silencio es inalterable. Él guarda las llaves del rompecabezas que podrían conducir al hallazgo de la piurana.
Una fiesta y un adiós
Horas antes de su desaparición, Maritza Sambrano participó en una reunión familiar en la casa de su primo Rodar Feria, ubicada en Castilla (Piura), junto a otros parientes.
Todo parecía indicar que, después de finalizada la celebración, la había trasladado, en su mototaxi, hacia la urbanización Miraflores, donde trabajaba como empleada de hogar.
Este fue la coartada que pintó en la familia de Maritza. Días más tarde, después de una exhaustiva investigación policial, las cámaras de seguridad lo delataron: Rodar Feria había llevado a Maritza a cualquier otro lugar, menos a un sitio seguro.
Desde allí, se perdió su rastro.
Decepción familiar
La sorpresa y la tristeza se reflejan en las palabras de Carmen García de Sambrano, madre de Maritza y tía de Rodar: “Quién iba a pensar que la persona que comió con nosotros en la misma mesa nos haría esto”.
El hombre los acompañaba en su mototaxi a buscarla, pero su papel se limitaba a ser un mero conductor y un extraño cobrador.
Las veces que Maritza le brindó su apoyo quedaron olvidadas: “Cuando Rodar estuvo en prisión, ella junto a sus amigas reunieron fondos para recuperar su libertad”.
Horas antes de su desaparición, Maritza Sambrano participó en una reunión familiar en la casa de su primo Rodar Feria, ubicada en Castilla (Piura), junto a otros parientes.
El presunto secuestrador tiene antecedentes penales y estuvo en la cárcel por violación, según informó el jefe de la Macro Región Policial de Piura, general Edward Espinoza. La ironía del destino se despliega como un cruel telón en esta trágica historia familiar.
Maritza Sambrano: brujos y la desesperación
Para cubrir los costos legales, la madre de Maritza tuvo que desprenderse de un pedazo de su historia; un terreno que le habían dejado de herencia. El dinero no era el suficiente, por lo que, también organizaba actividades profondos.
La desesperación la adentró en el oscuro bosque de los brujos en busca de respuestas. Todos aseguraban verla con vida, pero ninguno daba pistas. “El río hace ruido porque tiene algo que decir, no porque tenga algo que demostrar”: Rumi.
La hermana de Maritza tampoco se quedó de brazos cruzados; tomó un préstamo de 20 mil soles, con la esperanza de que pudieran servir como recompensa para aquel que arrojara pistas sobre su paradero.
Los amigos y allegado, también, asumieron riesgos; acompañaban en su búsqueda recorriendo ríos, lugares desolados y basurales de Morropón; el distrito que la vio nacer y Piura; la provincia donde se le vio por última vez.
Tanto silencio
Han pasado 18 meses desde entonces, y la desaparición de Maritza sigue siendo un misterio. La única esperanza que guardan es la posibilidad de que Rodar, el principal sospechoso, revele información crucial sobre su paradero.
“Ojalá Dios quiera que el hombre hable, que diga dónde está, qué pasó con ella”, sostiene esperanzada la mamá de Maritza.
En caso de seguir manteniendo silencio, podría enfrentar una sentencia de 30 años y 30 mil soles de reparación, pero para esta familia, el valor de la justicia no se mide en dinero.
“A nosotros no nos importa la plata, solo nos importa saber dónde está Marita. Yo no voy a vender a mi hija por dinero”, dice Carmen García, firme en su decisión.
Cifras de espanto
Según la Defensoría del Pueblo, durante los primeros seis meses de este año se han registrado un total de 2,889 alertas de desapariciones, lo que representa un aumento con respecto a las 2,633 reportadas entre enero y junio de 2022.
De las mujeres desaparecidas en el primer semestre de 2023, 1,232 eran adultas (43 %), mientras que 1,657 eran niñas y adolescentes (57%).
Además, según los datos proporcionados por la Policía Nacional del Perú (PNP), se han presentado un total de 5,341 denuncias por desaparición de mujeres en todas las etapas de su vida durante el mismo período. De este grupo, se logró ubicar a 2,889 mujeres (54%).
Si estás buscando a un familiar desaparecido, debe comunicarse con la comisaría más cercana o contactes con el Departamento de Investigación y Búsqueda de Personas Desaparecidas de la PNP a través de los números 431-8140, 330-7068 o 942 072 845. También puedes utilizar la línea gratuita 114 con el fin de obtener ayuda.
Es importante no demorar más de 24 horas para presentar una denuncia de desaparición. Solo necesitas proporcionar una fotografía actualizada de la persona desaparecida en cualquier comisaría policial. Este proceso es gratuito y está disponible en todo el territorio nacional.