Un hombre alto y gordo grita en el pasaje Armas, a dos cuadras y media de la plaza de armas de Trujillo, que vende marihuana medicinal. Está delante de un estand con ruedas en la esquina que forma esta artería con el pasaje San Agustín.
El martes 8 de noviembre, un periodista de Buenapepa, quien funge de prospecto de cliente, le pregunta por unos envases pequeños con atomizador para spray, que también ofrece. El vendedor toma uno de los productos y los rocía en la mano del comunicador, quien siente un calor particular en la parte donde cayó el producto. “Es cannabis con la combinación de coca”, dice. En la etiqueta del recipiente se lee “marihuana, coca, árnica”. “Sirve para desinflamar y como relajante”, continúa el vendedor. El precio de este producto es de 10 soles la presentación pequeña y 20, la grande.
Cuando se le pregunta por aceite de cannabis, saca de una especie de cartera un envoltorio, el cual empieza a desdoblar. Aparece una botellita con gotero. “Solo dos gotas debajo de la lengua”, receta. Agrega que sirve para calmar las dolencias de personas desahuciadas con cáncer o cualquier enfermedad terminal. “Es para que mejoren su estilo de vida”. Pide 120 soles por su producto, el cual, afirma, ha traído de Ecuador.
Este hombre, que viste zapatillas, pantalón verde campero, polo azul y gorra negra, a todas luces está violando Ley Nº 30681, Ley que Regula el uso Medicinal y Terapéutico del Cannabis y sus Derivados y el Decreto Supremo Nº 005-2019-SA que aprueba el reglamento de esta ley aprobado en el 2019.
En la calle no
“Para comercializar los derivados del cannabis para uso medicinal y terapéuticos, las farmacias, boticas y farmacias de los establecimientos de salud deberán abastecerse de droguerías y laboratorios autorizados. Se excluye la comercialización a domicilio o vía internet, así como la comercialización o dispensación de los preparados farmacéuticos en consultorios profesionales y fuera del establecimiento farmacéutico autorizado y certificado”, dice el artículo 14 de la norma.
La ley peruana señala que solo un químico farmacéutico y/o director técnico del establecimiento farmacéutico es responsable de la adquisición, producción, almacenamiento, custodia, dispensación y control de los derivados de cannabis para uso medicinal y terapéutico. Además, para adquirir este producto, los pacientes deben estar inscritos en el Registro Nacional de Pacientes Usuarios de Cannabis.
Cuando se le pregunta por aceite de cannabis, saca de una especie de cartera un envoltorio, el cual empieza a desdoblar. Aparece una botellita con gotero. “Solo dos gotas debajo de la lengua”, receta.
“La venta se realiza previa constatación en el Registro Nacional de Pacientes Usuarios de Cannabis y sus derivados por el establecimiento farmacéutico que cuente con licencia de comercialización, que adicionalmente hará la anotación de la dispensación en el Registro Nacional de Personas Naturales y Establecimientos Farmacéuticos que importan y/o comercializan cannabis para uso medicinal y sus derivados”, establece el artículo 26 de la ley.
Según la fundación Canná, las enfermedades que pueden mejorar con el uso del cannabis medicinal son entre otras, epilepsia, parkinson, alzheimer, esclerosis múltiple, Síndrome de G. Tourette, autismo, insomnio, psoriaris, enfermedad de Crohn y otras enfermedades intestinales inflamatorias, anorexia–caquexia, acné, síndrome de estrés postraumático, ansiedad, psicosis, dolor crónico (neuropático, metastásico, inflamatorio), migraña, fibromialgia, lupus, poliartritis reumatoide, diabetes tipo I, tiroiditis de Hashimoto, osteoporosis, efectos secundarios de la quimioterapia, VIH-SIDA, estadios terminales, glaucoma de ángulo abierto, entre otros.
En esa línea, los beneficios de esta medicina son: antinflamatorio, analgésico, relajante muscular, protector y reparador del tejido nervioso, anticonvulsivante, antitumoral, antináusea y antivómitivo, antiespasmódico, estimulante del apetito, ansiolítico y antipsicótico, inductor del sueño, regulador de la inmunidad, antioxidante, preventivo de la recaída y del síndrome de abstinencia.
Marihuana medicinal: antídoto y veneno
Según la norma, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), y sus órganos desconcentrados y descentralizados, es la autoridad indicada para expedir la licencia de producción, licencia de importación y comercialización, según corresponda, así como de realizar el control y fiscalización sanitaria de los establecimientos farmacéuticos e instituciones autorizadas.
Sin embargo, según el Centro de Estudios del Cannabis del Perú, la misma Ley Nº 30681 que formaliza el uso de este medicamento provoca su comercio ilegal. La madre de cordero está en la exigencia de la receta médica como requisito para la venta. En el Perú existen 30 mil personas registradas como usuarios de cannabis, pero solo 9 mil compran el producto en establecimientos autorizados por Digemid. El resto va al mercado negro como el comerciante alto y gordo que ofrece la sustancia a dos cuadras y media de la plaza de armas de Trujillo.
La madre de cordero está en la exigencia de la receta médica como requisito para la venta. En el Perú existen 30 mil personas registradas como usuarios de cannabis, pero solo 9 mil compran el producto en establecimientos autorizados por Digemid
“Exigir la receta médica, solo genera el incremento de un mercado ilegal donde puede costar de tres a cuatro veces más que en los establecimientos autorizados”, señaló Andrés Vázquez de la Asociación Peruana de Industrias de Cannabis (Asopecanna). De acuerdo a un informe de Radioprogramas del Perú (RPP) del 8 de noviembre de este año, el precio del aceite de cannabis en el mercado formal va desde los 50 soles, pero en el mercado informal puede llegar a costar hasta 4 veces. El hombre del pasaje Armas, en Trujillo, lo ofrecía a 120 soles.
Según el portal del Digemid, existe 49 establecimiento autorizados para la venta del cannabis en el Perú. De ellos, 47 están en Lima, uno en el Callao, otra en Arequipa. No existe lugar formal en Trujillo para la venta de este medicamento.
Buenapepa contactó con el colectivo Marihuana Medicinal Trujillo para que participe en este reportaje; pero, a pesar de pedirnos que canalicemos, a través de un número de WhatsApp, nuestra consultas, estas nunca fueron atendidas.
