Escribe Johan Fiestas Chunga
A cinco años de su partida, Marco Aurelio Denegri Santa Gadea fue, es y será el intelectual más atemporal que ha germinado el territorio peruano. Su sapiencia humanista reformó las estructuras tradicionales de una sociedad pudorosa, alienada en naderías y de abundante irreflexión.
Aquel polígrafo autodidacto de pura cepa nutría a un público ya en peligro de extinción. Su pesimismo onírico rebatió entes tan incólumes como el amor, el sexo, la lingüística y el tipo de calidad que mantiene la televisión actual.
Acompáñame a conocer 6 historias desconocidas sobre la vida y obra del erudito que hizo, en Perú, algunas cosas, por primera vez.
1. Universidad Denegri
Además de trabajar en medios como TV y radio, Denegri convocaba a melodiosas tertulias donde se compartían lúcidos diálogos. Figuras relevantes como Max Silva Tuesta (psiquiatra y analista literario), Washington Delgado (escritor y poeta), Cristina Gálvez (escultora), Pablo Macera (historiador peruano), Armando Robles Godoy (cineasta), Marcela Robles (actriz), Walter Ledgard (nadador olímpico), entre otros personajes.
Las reuniones se establecían en los domicilios de Walter Ledgard, Armando Robles, Marlene Polo y los médicos Artidoro Cáceres y Mariano Querol.
Por decisión unánime se proclamó a Marco Aurelio como rector exclusivo de aquella universidad. Según el libro Sapere Aude-Homenaje a MAD, esta brillante comunidad tenía como meta: «Enriquecer la sesera y reducir la ignorancia, fundamentalmente, por el amor al arte».
2. Mordientes
La decadencia justa de la humanidad era un fin irreversible para Denegri. De acuerdo a su postura, esta época dominada por las tecnologías tenía como primer objetivo la distracción, ya que es el estado facilista para mantener a una audiencia pasiva. Para una mayor lucidez, dejemos que el maestro nos aclare este asunto con un texto de su autoría titulado Mordientes:
“Las sustancias fijadoras de los colores en las telas se llaman mordientes. Don Santiago Ramón y Cajal decía que los tres mordientes de la acción eficaz son el interés, la emoción y la atención obstinada. Los tres mordientes me permitirán concentrarme, reflexionar profundamente y percatarme debidamente de las cosas. Sin embargo, la concentración y el estar uno alerta no son estados normales o habituales del cerebro. El cerebro busca siempre estímulos para complacerse. Y hoy lo son más por la extraordinaria multiplicación de estímulos. Llego, pues, a la inevitable conclusión que hoy es mucho más difícil estudiar y aprender, porque actualmente la gente se concentra y se percata menos que antes”.
3. Crítica a película hollywoodense
Ante la invención del correo electrónico, el psicólogo Bernardo Ahlborn mantuvo contacto con su estimado amigo Marco Aurelio Denegri. Entre algunos de sus escritos podemos enmarcar una crítica sobre la película The Human Stain o La mancha humana.
El filme cuenta la incertidumbre traumática de Coleman Silk, un talentoso docente que se abruma ante el reencuentro de una mujer que desatará una particular pasión que lo llevará a exponer profundos secretos de su conflictiva vida.
Por decisión unánime se proclamó a Marco Aurelio como rector exclusivo de aquella universidad. Según el libro Sapere Aude-Homenaje a MAD, esta brillante comunidad tenía como meta: «Enriquecer la sesera y reducir la ignorancia, fundamentalmente, por el amor al arte».
Con base en el desarrollo de la cinta, MAD escribió lo siguiente: «The Human Stain es para mi gusto muy psiquiátrica y está llena de gritos y desentonos. Presenta una conflictiva racial judaico-negra que seguramente es importante, pero a estas alturas no me interesa. La señora Kidman fuma mucho, está muy delgada y desgreñada y no me la imagino eficiente en la cama. Cuando en algún momento dice a media voz y con rostro cansino que es feliz, me pareció patético. ¡Feliz una enfermita así!»
4. Carta a empresario
Es reconocido que el trabajo sistemático de Marco Aurelio se caracterizaba por la amplia investigación y la excelencia al momento de disertar. Distinguiendo esta cualidad, el pensador no admitía mediocridades a la hora recibir un servicio.
Cuenta que su padre, cuando sufría un mal trato, al igual que él, le reclamaba al gestor diciéndole: señor administrador, vengo a informarle que tiene un enemigo en su empresa.
Sin duda, una coincidencia oportuna, debido a que Denegri dirigió una carta a un gerente bancario. Algunos fragmentos del inédito reclamo:
De mi consideración:
Entérese inmediatamente de que el Banco que usted gerencia acaba de perder a un cliente. Ese cliente soy yo. Yo tenía una cuenta mancomunada en dólares y me he visto obligado a cancelarla. Yo tuve la ocurrencia de depositar mis dólares en el Banco que usted gerencia hace 10 años, cuando el Banco era otra cosa: más pequeño, más eficiente, más rápido en todas sus operaciones. Hoy no es ni la sombra de lo que fue. Sepa usted que la gente de Plataforma se pone a discutir con el cliente (¡a discutir!), lo cual revela una falta considerable de tino y comedimiento.
Además, el mando inmediatamente superior, creo que es una señora o señorita apellidada ———, se niega a hablar con el cliente porque antes tiene que conocer, según dice «los elementos de juicio». Eso de «los elementos de juicio» pertenece a la época de la máquina de escribir. Hoy estamos rodeados de computadoras. Hay que actualizarse, señor ——–, hay que ponerse en onda.
No importa, pero lo que quería decirles es que, si continúan rindiendo un culto tan febril a la negligencia, entonces van a desclientizarse muy rápidamente.
Atentamente
Marco Aurelio Denegri
Denegri se adelantó al final, pues de aquel banco desapareció.
5. Prisión y cancelación televisiva
En 1972 fundó la revista de divulgación sexual llamada Fáscinum. En este medio se publicaron ensayos sobre la masturbación, el orgasmo y la anatomía humana.
Cuando la mayor parte de la sociedad limeña se enteró de dichos escritos, un grupo de señoras lo denunció “por faltas a la moral”. Marco Aurelio Denegri pasó un día y una noche recluido en la prefectura de Lima. La revista fue censurada y no se distribuyeron más números.
Respecto a la cancelación del programa Contrapunto (1981) —en canal 7—, Denegri culpa a Francisco Belaúnde Terry, hermano del entonces presidente, de ejercer presiones para la eliminación de dicho espacio cultural.
¿La razón? Según el polígrafo, la presencia del doctor Leopoldo Chiappo y el escritor Jose Adolph en el panel. Puesto que, para el Gobierno no era grato la exposición de estos dos profesionales, ya que habían participado del Gobierno de Velasco Alvarado.
Así que, en modo de protesta, el intelectual envió una carta al presidente Fernando Belaunde, pero no obtuvo una devolución.
En una entrevista, Denegri —de 42 años— declaró 3 datos importantes. En primer lugar, no volvería a trabajar en canal 7 mientras el directorio no fuera reemplazado. Seguidamente, el canal adeudaba a su persona y a 17 más, la suma de 800 mil soles. En tercer lugar, reveló que Contrapunto salió muy barato, debido a que tuvo menos de 2 millones de soles como inversión.
El ya mencionado psicólogo Bernardo Ahlborn se pronunció sobre la cancelación del citado programa en una carta dirigida hacia el diario Marka, periódico publicado en 1980:
«Ahora me entero que el señor presidente ha expresado según el diario Marka del 24/7/81, (columna TV al día) que “hay libertad de expresión, pero no de aburrimiento” y que él se quedó dormido viendo Contrapunto. Entonces, ¿Contrapunto fue suspendido por aburrido? Sirva la presente para recordarle al señor presidente que la libertad de expresión, consiste precisamente en dejar expresarse a los demás por aburridos que sean. ¿O solo debemos aburrirnos con los líderes del partido gobernante?
Atentamente
Bernardo Ahlborn A.
Indiscutiblemente, el poder reprimiendo lo que considera anormal. Lo que no va en sintonía con sus verdades construidas y que prevalecen en un país que aún no está apto para cuestionar lo naturalizado. El estilo contracultural de Denegri resistió; como la gran frase del filósofo Michel Foucault.
6. Relación con César Hildebrandt
El 16 de diciembre del 2015 se concretó una de las entrevistas más visionadas del programa La función de la palabra, conducido por Marco Aurelio. El entrevistado en cuestión era el eximio periodista César Hildebrandt, quien, en ningún momento, descuido su ingobernabilidad en las ocasiones de opinar y traer a colación magníficas generaciones.
El 23 de agosto del 2018, el semanario Hildebrandt en sus trece publicó la columna titulada Denegri, escrita por el mismo César Hildebrandt. En ella, se describe el tipo de relación que llevaba con el polígrafo:
“He escrito varias veces sobre Denegri, pero esta vez sé que no me leerá. ¿Se habría molestado el maestro gruñón si yo hubiera recordado nuestra relación editorial en la vieja Caretas de Zileri y Gibson? Resulta que Denegri me enviaba sus colaboraciones de sexólogo amateur -lo que incluía grabados cuidadosamente seleccionados– y yo oficiaba de mediador y editor. Su letrado cinismo sobre los sentimientos y el amor era parte de un personaje que él había fabricado para ahuyentar las tentaciones. Llegó a ser, en mi modesta opinión, un romántico fallido con rasgos de misoginia”.
César Hildebrandt, en su libro Confesiones de un inquisidor, considera a Denegri como un caso atípico de un personaje ilustre que no ha sido avasallado por la “dictadura del rating”.
Nutrámonos de lo inimaginado. Del saber por saber. No seamos una especie que en su obrar lleve como ADN la indiferencia mental.