La era Reynoso se dio inicio con una presentación que seguro sorprendió a muchos, más a los que desde siempre se declararon confesos críticos del técnico y no por su forma o estilo de juego; sino más bien, por lo que señalaban como su falta de apego a la gente, tomando en cuenta lo que hoy por hoy ello significa para la selección.
Pero, ¿hay realmente muchas diferencias entre Gareca y Reynoso? Quizá el estilo marque aquella diversidad de las que muchos hacen alarde; pero seríamos injustos en determinar ello sin siquiera tomar en cuenta su primera convocatoria. El técnico nacional dejó en claro las diferencias entre dirigir un club o una selección, y la importancia que marcará el momento de los que sean convocados.
Las leyendas urbanas como él lo llama en cuanto a los estilos y la famosa rotación, estarán marcada por la situación del momento de la competencia. Además, ¿por qué no pensar que la actualidad de nuestro universo convocable necesita un técnico como Juan Reynoso? Tal vez no tendremos la misma riqueza individual o colectiva que tenía Gareca, tal vez el recambio necesite de otro estilo, uno pragmático, uno que busque ganar a costa de lo que a la mayoría puede gustar.
Edward Alva Ramírez
Periodista de GolPerú
@EdwardAlva08
Reynoso no es el mismo, y ese cambio no es de ahora, su acercamiento a los medios estando en México, su hidalguía para reconocer que los años le ayudaron a madurar y entender que no todo tiene que ser rígido, que las cosas cambian, que la gente necesita estar cerca de su equipo; que la gente impulsa a este equipo y por lo tanto él no puede dejar de lado importante arma.
Allí alguna similitud con Gareca, además de ese poder de convencer a sus futbolistas en su idea, a hacerlos creer en ellos; esa es un arma que tiene Juan Máximo, que pocos le conocen pero que ha sido vital para los títulos conseguidos con planteles no muy ricos en nombres, pero sí en colectivo.
La era Reynoso empezó, y empezó con discurso conciliador, borrando las leyendas urbanas de la rotación o del ‘sargenterismo’; y dejando claro más bien, que vive la mejor etapa de su vida, esa en la que tratará de cumplir el sueño que alguna vez ciertos dirigentes le arrebataron con la Blanquirroja, esa de llegar a su Mundial, aunque ahora siendo la ‘cabeza’ de su propio grupo.