Escribe Ryan Oliva Carranza
El clima cálido, el migadito, los cañavelas, el ázucar y la suave brisa del valle Chicama cubren su pequeño territorio. Un destino que merece una chance por parte de los viajantes que buscan pasar un fin de semana desconectados del estrés y alejados del ruido de la ciudad.
Casa Grande no está en las guías de turismo, tampoco aparece en las recomendaciones de viaje ni figura en los destinos fotogénicos de La Libertad. Sin embargo, esta exhacienda tiene lo suyo. Este lugar de un pasado esplendoroso busca una oportunidad para recibir turistas y mostrarse garborosa y palangana.
Pocas ciudades del interior de La Libertad osan vanogloriarse de sus entradas, como lo hace Casa Grande. Los ficus, árboles de copa frondosa, cuyas ramas se entrecruzan en lo más alto, forman el techo del característico túnel que ofrece la bienvenida. Pareciera transportar hacia un lugar mágico o algún paraje desconocido. Y es que es así, Casa Grande guarda, al igual que los viejos árboles de su puerta, una dulce historia y una tradición difíciles de ignorar.

Entonces, aquí te enumeramos algunos de los atractivos más significativos que puede encontrar y disfrutar en este distrito de Ascope.
La calle del tren
La Calle Tren es el nombre que recibe la avenida de mayor actividad comercial en la localidad. Restaurantes, pollerías, casas de apuestas e, incluso, salones de juego, esta arteria es el punto de encuentro del distrito. Recibe ese curioso nombre por una sencilla razón: marca el recorrido que seguía el tren que antaño pasaba por ahí cuando Casa Grande pertenecía a la hacienda azucarera Gildemeister.
El ferrocarril llevaba el producto de la caña hacia los muelles para que pudieran ser exportados. Después se adaptaría para el transporte de personas hasta su decaimiento allá por los años 60. Los restos de los vagones y algunos rieles aún pueden observarse hasta el día de hoy cerca del muelle en el puerto Malabrigo.
A partir de la media tarde empiezan a armarse los puestos de venta de comida, pan y postres que se establecen por lo largo de la vereda. Si gustas disfrutar de la sazón nocturna de unos ricos anticuchos o la variedad de postres y panes que ahí se presentan, entonces debes visitar la Calle Tren.
El viejo cine y el Club de Tiro

Tal vez, no haya otras entidades a lo largo y ancho del pueblo que abracen tanto la vieja tradición del ambiente popular casagrandino. El cine de Casa Grande, ahora inutilizado, reunía a la juventud de todo el valle y servía de gran atractivo para la actividad económica del pueblo. Ahora se irgue como “pieza de museo” a gran escala que permite revisitar la historia reciente de la localidad.
El Club de Tiro, de más de 100 años, es un centro recreacional donde socios y, también externos, pueden reunirse para realizar actividades de ocio. Piscina, comida criolla, juegos de mesa, la tradición sobre la tradición.

Delicias locales
El migadito
Declarado plato de interés en el año 2019 por el Gobierno Regional de La Libertad, el migadito o papa con miga es el plato insignia de Casa Grande. Preparado en base a la miga del pan, el aderezo de los ajíes mirasol y panca, se le agrega la papa, los tallarines y los trocitos de chancho que le confieren ese sabor tan característico. Suele deleitarse como parte del desayuno o el desayuno completo, pues la porción es generosa. Si gusta, puede acompañarse con pan y café bien cargado y así empezar el día de la mejor manera.



El pan de dulce
Un antojito que, o empalaga o te hace comer más, no hay punto medio con este pan relleno de crema dulce. “Leche, azúcar, canela y la magia, la receta secreta”, comenta Soledad Castillo Alcántara, quien vende estas empanadas dulces desde hace más de 70 años en la esquina de la avenida Central y la calle Tren. Se come en las tardes, mientras tanto puedes pasear por la calle tren y observar como se va formando la gente para comprar el pan y los insumos para la cena.
Estos dos productos son apenas una muestra de la rica y variada oferta gastronómica del distrito.
La fábrica y la zona tradicional del pueblo
Otra opción de la que puede disponer es visitar la zona más tradicional de la localidad, darse un viaje en el tiempo y rodearse de antiguas casonas, viejos molinos y demás artefactos de la época de la hacienda azucarera.
Aunque la fábrica se modernizó, la historia se mantiene intacta justo a un costado y se encuentra abierta al público por lo que visitarla no supone mayor esfuerzo. Puede llegar a ella siguiendo el camino de la avenida Central, pasando por la compañía de bomberos hasta llegar al jirón 3 de Octubre.

Excursionismo en el Higuerón
Para aquellos que deseen abrirse a la naturaleza y el excursionismo sobre las zonas montañosas del valle, se encuentra la quebrada el Higuerón.
“Un lugar de mucha vegetación, animales salvajes, pinturas rupestres y rastros de culturas antiguas. Más que turismo de aventura, es un encuentro con la naturaleza”, comenta Hugo Valdez Navarro, presidente de la Comisión Organizadora del Festival de Cine de Trujillo y del Festival de la Zafra. Este último se celebró en octubre de este año.
Al contrario de otros destinos a los que podemos llegar mediante el terrapuerto de Casa Grande, llegar a la quebrada requiere alrededor de 3 horas de viaje a pie desde el centro poblado de Mocan, a las afueras del distrito. La espectacular vista de las cascadas y el contacto cercano con la vida silvestre valen el tiempo de viaje y, para los amantes del trekking, es un destino al que no pueden dejar pasar.




¿Cómo llegar?
Ubicado a poco más de una hora de la ciudad de Trujillo, Casa Grande, ofrece múltiples opciones a quienes la visitan. Al contar con un terrapuerto, ofrece salida a varios puntos del valle, entre ellos, Puerto Malabrigo, para los amantes del surf, o Magdalena de Cao, para aquellos que deseen adentrarse en la cultura y artesanía.
Para llegar a Casa Grande la opción más accesible es tomar los carros que llevan al valle Chicama, el recorrido habitual de estos transportes va desde el óvalo Grau y recorre la avenida América hasta pasar por el óvalo Larco, Papal y, finalmente, Mochica. Normalmente, suelen ser combis pequeñas o minivans. El pasaje ronda entre los 6 y 10 soles, dependiendo de la hora.