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Las muertes que no quieren ver los rusos

Al menos 4.031 civiles han muerto en la guerra de Ucrania y otros 4.735 resultaron heridos, indicaron este viernes las estadísticas que diariamente actualiza la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La oficina dirigida por la alta comisionada Michelle Bachelet puntualizó, como en jornadas anteriores, que el cálculo es parcial, ya que no se tiene acceso a muchas zonas de fuertes hostilidades, por lo que la cifra real podría ser mayor.

Entre los fallecidos confirmados hay al menos 995 mujeres y 261 niños, y entre los heridos son menores de edad 406, de acuerdo con el recuento de Naciones Unidas.

La mayoría de las víctimas civiles se debieron a ataques con artefactos explosivos de amplia área de impacto, incluidos proyectiles de artillería pesada y propulsados por lanzacohetes, misiles y bombardeos aéreos, indicó el organismo de la ONU.

El derecho internacional considera que los ataques perpetrados contra civiles e infraestructuras no militares en un conflicto pueden constituir crímenes de guerra.

El Ejército ruso rompió las líneas ucranianas en la región de Donetsk al conquistar la localidad de Limán y estrechar el cerco en torno a Severodonetsk, puntos clave en los planes de asalto final al distrito fortificado de Sloviansk-Kramatorsk.

“En el norte de la región el principal objetivo de los rusos es Sloviansk-Kramatorsk”, aseguró Pavló Kyrylenko, jefe de la administración militar de Donetsk.

Sin haber tomado aún todo el territorio de la región de Lugansk, las tropas rusas ya han logrado avanzar 60 kilómetros detrás de las líneas enemigas entre ambas regiones del Donbás.

JÁRKOV. Ciudadanos ucranianos atienden a dos heridos tras un ataque de misiles en el metro de Járkov. Al menos cinco personas han muerto y otras diez resultaron heridas. Foto: Agencias.

Vía libre a Sloviank
Las milicias prorrusas aseguran haber tomado “el control total” de Limán “con el apoyo de fuego de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa”.

Kyrylenko confirmó al medio ucraniano Hromadske que “la mayor parte de Limán no está bajo el control de los militares ucranianos” y que las tropas ucranianas se han replegado 90 kilómetros al sur.

“Lo mismo ocurre en dirección a Svitlodarsk. El enemigo se encuentra ahora en ese territorio. Las fuerzas ucranianas se han reagrupado para tomar posiciones fortificadas”, explicó.

Según los generales ucranianos, Moscú quiere obligar a Kiev a librar una gran batalla por el control del Donbás, lo que el Ejército ucraniano busca evitar a toda costa.

En 2014, las dos mayores batallas de la guerra del Donbás consistieron en dos “kotiol” (caldera), donde las milicias prorrusas reforzadas por fuerzas rusas rodearon y aplastaron al Ejército ucraniano.

Limán es una pequeña localidad de menos de 30.000 habitantes, pero es un importante cruce de caminos que conduce directamente a Sloviansk, que se encuentra a escasos 30 kilómetros.

Sloviansk no sólo es el principal nudo ferroviario de la zona, sino que fue escenario hace ocho años del estallido de la sublevación armada prorrusa.

Para ello, los rusos intentan por todos los medios avanzar por carretera hasta Bajmut desde Popasna y Lisichansk en una maniobra envolvente.