La muerte parece ser el comensal no invitado en cada mesa de La Libertad, una región golpeada sin cesar por la sombría danza del sicariato que deja tras de sí una estela de desconsuelo y terror.
En lo que parece ser una cinta trágica en continuo desarrollo, la cifra de muertos se ha elevado a 25, lo que arroja un escandaloso promedio de una vida extinguida al día en este sombrío inicio de 2024.
La que alguna vez fue emblemática como región agrícola y turística, ahora ve sus calles convertidas en campos de batalla. Según estadísticas de la Tercera Macro Región Policial La Libertad, los hechos violentos de este enero podrían indicar un aumento en acciones criminales si se comparan con el recuento de todo el año 2023, ya catastrófico, con más de 300 homicidios.
La Libertad se desangra: empresarios en mira del hampa
La Libertad parece estar acorralada por un enemigo interno que se muestra sin rostro ni piedad. Casos como el secuestro y asesinato del minero Santos Guillermo Sánchez Vera —quien fue secuestrado y asesinado a pesar de que su familia pagó un rescate de 1.5 millones de dólares— han causado conmoción a nivel nacional, empujando a la región a un estado permanente de miedo.
La proliferación de violencia en distritos como Trujillo, La Esperanza y El Porvenir muestra las crudas hemorragias bajo la piel de esta región, donde la sangre de inocentes —como los hermanos Clever y Hernando Vega Gutiérrez, recientemente asesinados cerca del mercado ex-Mayorista— parece colmar las calles en un lamento colectivo.
Avance criminal: estas son sus posibles causas
¿Qué puede explicar este auge desaforado de la criminalidad? Para el coronel PNP en retiro Roger Torres Mendoza, exjefe de la Policía en La Libertad, la migración y la minería ilegal parecen ser las hilos conductores que unen a la región en un ciclo de violencia.
Sin fallar en señalar también al déficit de infraestructura y logística de la PNP, la cual conoce desde sus épocas al frente de la institución, y la falta de atención gubernamental sobre la región.
“Estos hechos de violencia se han incrementado con la afluencia de migrantes extranjeros, muchos de los cuales han terminado colaborando con bandas criminales”, afirmó Torres.
Cuestionó también la recalcitrante indiferencia gubernamental que, a pesar de sus promesas públicas y poses de las autoridades para la foto, ha dejado a la región sin los recursos necesarios para fortalecer la seguridad.
Torres Mendoza asemejó a La Libertad a un toro herido en la arena, donde las bandas criminales, como matadores sin rostro, agitan la capa de la muerte día tras día. Y mientras las autoridades miran desde las gradas, el futuro de La Libertad depende de más que de solo palabras, sino del compromiso por superar la indiferencia a un flagelo que afecta a miles de ciudadanos.
