Los ruidos originados desde la azotea de una vivienda de la calle Unión, frente al muelle de Huanchaco, generaron malestar entre vecinos, comerciantes y visitantes del primer balneario de La Libertad.
El hecho ocurrió la noche de este sábado 27 de enero, cuando los propietarios de la casa, de fachada blanca, en la primera cuadra de la calle Unión, celebraron sin medir el daño ambiental que ocasionaban.
El ruido de la música se dejaba escuchar hasta el muelle y unas cuadras más a la redonda.
“Uy, pero cuándo a ellos les hacen bulla, ¡cómo reclaman!”, expresó con molestia una vendedora de hamburguesas, apostada en la entrada del desembarcadero, el cual permanece cerrado porque su estructura necesita de urgente rehabilitación.
El hecho ocurrió la noche de este sábado 27 de enero, cuando los propietarios de la casa, de fachada blanca, en la primera cuadra de la calle Unión, celebraron sin medir el daño ambiental que ocasionaban.
La mujer no quiso identificarse por temor a represalias, pero contó que la fiesta empezó después de las siete de la noche. Cuando conversó con BuenaPepa eran poco menos de las diez de la noche y el alboroto era abrumador.
Para los transeúntes era inevitable no mirar hacia arriba en busca del origen del molesto sonido, una mezcla de música de una banda en vivo y los gritos de los asistentes al evento social.
Un par de serenos de la Municipalidad Distrital de Huanchaco estaban apostados a pocos metros de la vivienda, pero no hicieron nada por intervenir o pedirle a los propietarios de la vivienda u organizadores de la fiesta moderarse y así evitar el fastidio de vecinos y visitantes.
Contaminación sonora
La contaminación acústica o sonora se refiere a la presencia excesiva de ruidos no deseados en el entorno.
Estos sonidos, provenientes del tráfico, vehículo, actividades de ocio y otras fuentes, tienen efectos perjudiciales tanto en la salud física como mental de las personas que habitan en áreas urbanas.
Los vecinos expuestos a niveles prolongados y elevados de ruido experimentan molestias crónicas, alteraciones del sueño y, en casos más graves, enfermedades cardíacas, trastornos metabólicos y problemas auditivos.
Huanchaco: límites permisibles
“De vez en cuando hacen fiestas, no siempre”, aclara la vendedora de hamburguesas. “Por lo que se ve es una fiesta familiar”, añade.
En el 2016, la comuna de Huanchaco aprobó una ordenanza municipal en la que fijó los límites permisibles de raídos en su jurisdicción.
En bares, discotecas y otros establecimientos se admitirá hasta 75 decibeles; mientras que en los demás hospitalarios, centros educativos, culturales y viviendas será de un máximo de 50 decibeles, durante la noche.
Aunque, en la noche del sábado 27 no se contó un sonómetro para medir los niveles del ruido, era evidente que la música y los gritos que salían de la azotea de la residencia de la calle Unión, frente al emblemático muelle de Huanchaco, violaban lo establecido por la norma municipal.
“Aquí debe actuar la municipalidad. Yo no soy de Huanchaco, a veces, vengo a darme mi vuelta, a buscar tranquilidad y mire (señala la casa de la fiesta). Hasta la Policía puede ir a decirle a esa gente que le baje volumen, que celebren, pero con respeto”, declaró un adulto, que se identificó como Santos Contreras Vilca.