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Señor de los Milagros vs Halloween: cómo celebrar el mes morado y el Día de las Brujas sin perder la identidad peruana

Octubre es un mes de celebración y de contraste en el Perú. Por un lado, se rinde homenaje al Señor de los Milagros, una imagen que representa la fe y la esperanza de millones de peruanos. Por otro, se divierte con el Halloween, una fiesta que cada vez tiene más seguidores entre los niños y los jóvenes.

Octubre es sinónimo de celebración en el Perú. La festividad del Señor de los Milagros y el Día de la Canción Criolla convierten al décimo mes del año es un periodo propicio para cumplir dos objetivos: el regocijo nacional y exacerbar la identidad peruana.

Sin embargo, hay ‘demonios’ que han llegado con el fin de espantar los ribetes patrióticos de estas fiestas y aplicar un modelo de celebración transnacional: Halloween. El Día de las Brujas acapara la atención de niños, jóvenes y algunos adultos, en desmedro de acontecimientos made in Perú.

Para bien o para mal todo se transforma. “La única constante en la vida es el cambio”, pensó Heráclito. Para comprobar que la celebración, oriunda de Estados Unidos, ha inoculado en el gusto de los peruanos, basta salir a las calles hoy y comprobarlo.

Hay ‘demonios’ que han llegado con el fin de espantar los ribetes patrióticos de estas fiestas y aplicar un modelo de celebración transnacional: Halloween.

Mientras que los más pequeños usan disfraces y piden dulces, los adolescentes y jóvenes se visten de monstruos o de sus artistas favoritos para salir a espeluznantes fiestas, donde la música, el alcohol y la diversión prevalece delante del terror.   

Entre lo pagano y lo divino

El escenario entre el 31 de octubre y 1 de noviembre es muy curioso en el Perú, pues la fiesta del Señor de los Milagros —uno de los eventos católicos más grandes de Latinoamérica—; y en el otro ocurren las masivas y extensas fiestas por el ‘demoniaco’ Halloween, considerado como un evento pagano.

La popularidad de esta celebración ha generado polémica, ya que, además de ser odiada por religiosos, algunos consideran que el Día de Brujas es un atentado contra las ferias nacionales. Sin embargo, brota la pregunta, ¿realmente Halloween ha reemplazado al mes morado?

La marea morada

El origen del también conocido Cristo de Pachacamilla se remonta al siglo XVII, durante la época colonial en Lima, cuando un fuerte terremoto derribó casi todas las edificaciones del pueblo, salvo la pared donde estaba pintada la imagen de Cristo crucificado.

Desde ese entonces, hasta la actualidad —más de 300 años— se venera la pintura.

Aunque algunos perciban que el mes morado ha perdido seguidores y relevancia, para el encargado de la iglesia Santo Domingo —lugar donde habita el Señor de los Milagros en Trujillo—, Roger Plasencia, esta percepción no es correcta.

Un fuerte terremoto derribó casi todas las edificaciones del pueblo, salvo la pared donde estaba pintada la imagen de Cristo crucificado.

Asegura que en el 2022, los feligreses acudieron con gran fervor durante todo el mes.

 Jóvenes y, en especial, adultos y adultos mayores, visitan al Señor de los Milagros cada año para mostrar su devoción y presentarle plegarias.

Además, lo acompañan en las procesiones que recorren Trujillo con banderillas de colores uva y blanco, y dibujos sobre las pistas elaborados con tiza. A diferencia de los negocios, que decoran sus ambientes con telarañas, calaveras, murciélagos y otros artículos terroríficos para representar Halloween.

Octubre, mes de los disfraces 

Lejos de la religión y santidad, octubre es sinónimo de disfraces. Cientos de personas acuden a la Galería Minchola, ubicada a escasas cuadras de la iglesia de Santo Domingo, en el centro de Trujillo.

Aquí, en sus tres pisos llenos de bullicio, creatividad y  lujuria, jóvenes despliegan sus ansias por encontrar el atuendo perfecto para la noche del 31 de octubre. El precio, en este afán, queda en segundo plano.

Halloween. Grupo de niños disfrazados. Foto Andina.

Los puestos de la galería ofrecen un vasto catálogo de artículos y prendas, todos ellos inspirados en personajes de moda y éxitos de la temporada. Desde máscaras de pesadilla hasta trajes muy elaborados, la oferta es tan variada como atractiva.

Es evidente que para los comerciantes octubre se convierte en un mes dorado. Para nadie es un secreto que la fiesta de Halloween ha ganado adeptos, por lo que la temporada de ventas se adelanta desde la quincena del mes. 

Con el paso de los días y el aumento de la demanda, los precios se elevan de manera considerable. Por ejemplo, unas alas de ángel, las cuales a principios de mes se cotizaban a 20 soles, ahora no bajan de los 35 soles.

Pero, sin lugar a duda, los productos más demandados son los disfraces. Destaca los de la categoría ‘atrevidos’. La vaquera, policía o muñeca son los más solicitados. “El precio es nada más y nada menos que 150 soles”, dice con ojos lujuriosos el vendedor de la galería Carlitos.

Halloween ¿Qué opina la juventud?

En una encuesta de BuenaPepa, se reveló que el 76.6 % de los jóvenes relaciona el mes de octubre con Halloween, una festividad que goza de gran popularidad entre ellos.

Más sorprendente aún es que el 80 % de estos jóvenes prefiere celebrar Halloween sobre cualquier otra festividad relacionada con el Señor de los Milagros.

Solo un modesto 16.7 % asocia octubre con el Cristo Moreno, lo que demuestra que esta celebración religiosa ha perdido terreno entre la juventud.

El estudio arrojó que el 96.7 % de los jóvenes no se considera seguidor del santo de Pachacamilla. 

Otro dato llamativo es que tan solo el 6.7 % de los encuestados relaciona octubre con el Día de la Canción Criolla, una festividad que parece estar cayendo al olvido entre las nuevas generaciones.

El dulce sabor de octubre

A pesar de no ser seguidores del Señor de los Milagros, los jóvenes disfrutan de las costumbres de octubre, en particular, el delicioso y tradicional turrón de Doña Pepa.

“Las únicas cosas verdaderamente esenciales en toda fiesta son el buen humor y la comida”, escribió el médico y escritor Oliver Wenderll Holmes.

El 60 % de los encuestados expresó su preferencia por este manjar, lo que explica el aumento significativo en sus ventas durante octubre.

Los comerciantes están listos para satisfacer el hambre de todo quien se les cruce con deliciosos turrones, postre típico en estas fechas y que ha conquistado el corazón, no solo de los seguidores del santo, sino de todos los peruanos. 

El turrón, un dulce con siglos de historia, tiene sus raíces en la devoción de Josefa Marmanillo, también conocida como Doña Pepa, quien lo creó en agradecimiento a la curación de una grave enfermedad mediante la intervención del Señor de los Milagros.

A lo largo de los años, el turrón perdió su connotación religiosa y se convirtió en una tradición culinaria, ya que su delicioso sabor ha trascendido creencias y clases sociales.

Abrazando la tradición y modernidad

Aunque muchos jóvenes no siguen al Señor de los Milagros, el 100 % de los encuestados considera que esta festividad es más que una celebración católica: es una parte integral de la cultura peruana.

Esto sugiere que, a pesar del desinterés de muchos jóvenes, la celebración del Señor de los Milagros perdura en la identidad cultural del país. 

En una encuesta de BuenaPepa, se reveló que el 76.6 % de los jóvenes relaciona el mes de octubre con Halloween, una festividad que goza de gran popularidad entre ellos.

La reciente procesión realizada en el videojuego Roblox, evidencia ello, pues los  jugadores peruanos crearon una réplica exacta de la catedral de Lima, donde se desarrolló la masiva procesión del Cristo Moreno. Incluso había usuarios ‘vendiendo’ turrones, picarones y anticuchos. 

La influencia de Halloween es innegable. La canción Esto es Halloween de la película El extraño mundo de Jack de Tim Burton se populariza en las redes sociales desde principios de octubre, al igual que reels y tiktoks de ideas de disfraces, lo que demuestra el arraigo de esta festividad en la conciencia colectiva. 

Es importante aceptar estos cambios y transiciones generacionales, pero sin olvidar nuestras raíces peruanas. A la luz de lo expuesto, es evidente que, a pesar de que Halloween es la festividad de moda, la veneración al Señor de los Milagros perdurará y pasa entre generaciones, ya que forma parte de nuestra identidad y nunca será suplantada.

Como indica la canción criolla Mi Perú de Oscar Avilés y los hermanos Zañartu: “Así es mi raza noble y humilde por tradición. Pero es rebelde cuando coartan su libertad. Entonces poniendo alma, mente y corazón. Rompen cadenas aunque la muerte vea llegar”.

Y así como no solo de pan vive el hombre, también ha aprendido a convivir con amigos y enemigos. He allí la clave para convertir a octubre en una fiesta perpetua e inclusiva, en la cual se diviertan todos los santos, todos los muertos y todas la brujas. A fin de cuentas, a Dios y al diablo les gustan las fiestas.

Escriben Carla Liñan y Claudia Carranza