Golpe a los Pulpos: así se gestó el rescate de empresaria secuestrada

Desde el rincón de una habitación oscura, Nilda Arrascue Espinoza no entiende lo que pasa. Ha perdido la noción del tiempo. No sabe si es de día o de noche. Solo escucha gritos, amenazas, mentadas de madre.

La empresaria trujillana, dueña de Tiendas Tía, cadena comercial mayorista de Trujillo, escucha que afuera de la habitación, donde permanece retenida contra su voluntad, desde hace doce días, rompen una puerta. No sabe que policías de Lima armaron un operativo para liberarla.

Tres de sus captores de los Pulpos que la vigilan armados las 24 horas, saben que les ha llegado su hora. Uno de ellos coge su pistola y se enfrenta a la Policía, pero recibe un disparo en la cabeza. Fue identificado como Frank Zapata Sabogal, de 27 años. Los otros dos se rinden y desnudan su cobardía. “No me mate, jefe. Ya perdí. Ya perdí. Yo no tengo nada que ver acá, solo vine hoy a cuidar”, le dicen a un agente que los apunta con su arma de reglamento.

Son cerca de las tres de la mañana del domingo 27 de noviembre y por fin se conoce el paradero de la empresaria secuestrada. Agentes de la División de Alta Complejidad (Diviac), en coordinación con la División de Investigación de Secuestros y Extorsiones desplegaron un operativo para rescatar con vida a Nilda Arrascue Espinoza.

Así se gestó el golpe a los Pulpos

Por información de inteligencia, geolocalización y escuchas telefónicas, la Policía descubrió que la mujer estaba retenida en un inmueble del asentamiento humano Nuevo Horizonte de Salaverry.

Un día antes, el sábado 26 de noviembre, la Policía capturó a un integrante de esta banda criminal, de iniciales J. J. A. A. (36). En su teléfono se halló abundante evidencia de los movimientos de los secuestradores para burlar a los agentes. El detenido fue sometido a un interrogatorio y confesó la ubicación exacta donde retenían a Nilda Arrascue.

Tras verificar los datos, un grupo selecto de veinte efectivos de Lima y Cajamarca ejecutaron un operativo que fue impecable. Actuaron en complicidad de la noche y en menos de tres minutos ingresaron a la vivienda de la manzana C lote 5 del sector Nuevo Horizonte, en Salaverry.

“No me mate, jefe. Ya perdí. Ya perdí. Yo no tengo nada que ver acá, solo vine hoy a cuidar”

La escondían en un ropero

Los delincuentes habían construido una habitación de 3 metros de largo por dos metros de ancho, en el que había un ropero en forma de ataúd, forrado con planchas de tecnopor, para evitar que se escuchen los gritos de la empresaria.   

“Hemos apoyado en el operativo y hemos visto el espacio donde tenían a la víctima. Es un espacio de tres metros por dos metros. Era una construcción de concreto. Sótano. Tenía una puerta metálica bastante pesada con la finalidad de evitar que huya”, declaró a Buenapepa el jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri) de La Libertad, coronel PNP Javier Méndez Yupanqui.

Por información de inteligencia, se conoce que la banda tiene al menos otras cuatro peceras —término que usa la Policía para describir estos escondites usados por los secuestradores— en los distritos de Salaverry, Moche, El Porvenir y La Esperanza.

Despiadados e inhumanos

El jefe de la División de Alta Complejidad de la Policía Nacional, coronel PNP Franco Moreno Panta, responsable del operativo, describió el salvajismo y la sangre fría con la que actúan los Pulpos.

“Esta organización criminal es despiadada e inhumana. Han tratado a sus víctimas como simple mercadería. En este tiempo hemos juntado las pruebas que nos llevaron hasta ellos. Esta banda no tenía ningún miramiento. La forma tan horrenda en la que mataron a un ciudadano; mutilaron a otros dos. Tengan por seguro de que si no liberábamos a esta señora la hubiesen matado”, refirió.

Contó a Buenapepa que desde que asumieron el caso, el pasado 15 de noviembre, pusieron a un experto en negociaciones de la Unidad Antisecuestros de Lima. Los Pulpos, liderados por Jhonsson Cruz Torres, intentaron negociar y trabajar a la familia al miedo. Solicitaron un millón de dólares como rescate. Pero la Policía no cedió a los chantajes de los secuestradores.

“Hemos venido trabajando muy silenciosamente con la finalidad de rescatar sana y salva a esta quinta víctima”, prosiguió el jefe de la Diviac.

En ese sentido, agregó que en total fueron cinco los detenidos implicados en el secuestro de la dueña de Tiendas Tía: tres que se encontraron en el inmueble de Salaverry, custodiando a la empresaria; otro en un operativo en La Esperanza, y uno más en Lima.

“Esta banda no tenía ningún miramiento. La forma tan horrenda en la que mataron a un ciudadano; mutilaron a otros dos. Tengan por seguro de que si no liberábamos a esta señora la hubiesen matado”

De este último, alias el Chofo, se sabe que desempeña un papel clave dentro de la banda y es quien ordenaba las torturas a las víctimas. “La importancia de haber capturado a este delincuente alias el Chopo, hemos dado el golpe a un delincuente desalmado, que cumplía ese rol de cercenar parte de la oreja a sus víctimas. No les interesaba si la gente sufría, si tenía dolor. Esos mismos videos les enviaban a los familiares”, dijo el coronel.

El Chofo fue intervenido esta madrugada en una vivienda del distrito de Villa María del Triunfo, en Lima, donde se escondía y negociaba con los familiares de Nilda Arrascue. “Los Pulpos siempre han operado en La Libertad. Parte de sus integrantes se encuentran fuera de esta región. Es una característica de estos delincuentes. Al realizar un hecho criminal, se dispersan, se esconden mientras duran las investigaciones”, explicó el general PNP Carlos Céspedes Muñoz, jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de Lima.

Autores de cinco secuestros

Los Pulpos están detrás de los cincos secuestros perpetrados con salvajismo en Trujillo, desde inicios del 2021. De las cinco personas raptadas, dos fueron asesinados; otras dos fueron torturadas y les cercenaron parte de la oreja.