Dos mujeres quemadas vivas por las personas que les juraron amor, una menor de edad salvajemente violada y agredida, un youtuber que confiesa haber abusado sexualmente de una escolar cuando era adolescente, y una enfermera también ultrajada por sus compañeros de trabajo en un hospital de EsSalud.
Estos son los últimos casos de violencia de género extrema que han conmocionado al Perú y a la comunidad internacional. La ONG Save The Children alertó que los ataques contra las mujeres en el país “han alcanzado niveles alarmantes de crueldad y de normalidad” y urgió al Estado a desplegar acciones más decididas para garantizar una vida libre de violencia para las niñas y las mujeres.
De acuerdo a estadísticas del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en 2021 se reportaron 136 feminicidios a nivel nacional; en 2022, 137, y en los primeros tres meses de este año ya se contabilizaron 40. Para tener una idea de lo preocupante de esta situación, solo en el mes de marzo, paradójicamente el mes de la mujer, una de estas fue asesinada cada tres días.
La defensora del Pueblo, Eliana Revollar Añaños, acusó que las graves falencias en las instituciones del Estado desprotegen a las mujeres ante los ataques machistas. “En todas las instituciones hay fallas, pero en líneas generales es el sistema el que no funciona”.
Precisó que no se trata de incrementar sanciones penales, sino de tener la voluntad, conciencia y entrenamiento para hacer cumplir las leyes. Cuestionó que todavía no haya una postura firme del gobierno y que hombres como Sergio Tarache Parra, quien quemó viva a Katherine Gómez en pleno centro de Lima, siga sin ser detenido.
“Nos llama la atención. Son hecho gravosos. No hay una respuesta enérgica del Ejecutivo. Esta es una tarea pendiente”.
Feminicidios: patrón de conducta
Según el Observatorio Nacional de la Violencia Contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar, en un estudio realizado del 2017 al 2021, la mayoría de las víctimas de agresión tienen entre 18 a 29 años, seguido del grupo etario de 30 a 59 años. En relación a la nacionalidad de la víctima, la mayoría es peruana, seguido de mujeres venezolanas en menor proporción pero que ha ido en aumento.
Además, el estudio detalla el vínculo que mantiene la víctima con su agresor. Así se establece que el 54 % es su pareja y el 20 % su expareja. El escenario es mayormente en contexto íntimo.
Otro dato preocupante es que la mayoría de las víctimas no tomó ninguna medida para prevenir los maltratos, mientras que un grupo reducido acudió a la Policía, Poder Judicial, Ministerio Público, entre otras instituciones.
El observatorio también revela el lugar en el que ocurren los feminicidios, siendo la vivienda de la víctima el espacio ideal para el crimen. También las muertes ocurren en la vivienda de ambos, seguido de campo abierto o centro poblado.
La principal forma de matar a una mujer es por asfixia o estrangulamiento, seguido de acuchillamiento y armas de fuego (disparo de bala). El principal instrumento en los feminicidios es la fuerza corporal seguido de arma blanca.
Durante los cinco años analizados (2017-2021), Lima Metropolitana registra la mayor cantidad de casos, seguido de Arequipa, Cusco y Puno, La Libertad. La región que presente el menor número de casos es Ucayali.
Estos son los casos
Katherine Gómez: la joven de 19 años terminó con su pareja, Sergio Tarache Parra, quien le roció gasolina y le prendió fuego en una calle del centro Lima. El ataque fue el 18 de marzo y ocho días después murió a causa de las lesiones.
Enfermera es violada: en Juliaca, una enfermera de 32 años que laboraba EsSalud y madre de tres niños sufrió una agresión sexual de parte de dos de sus compañeros de trabajo. Ella permaneció varios días en UCI del Hospital III de Juliaca. Tras ser estabilizada fue traída al Hospital Rebagliati de Lima.
Otra vez Juliaca: una mujer de 66 años fue quemada por su pareja, ocasionándole lesiones en el rostro y brazos, por lo que tuvo que ser ingresada de emergencia al Hospital Carlos Monge.
Caso Makanaky: Einer Gilber Alva León, conocido como Makanaky, confesó en una entrevista para el programa de Jonathan Maicelo, haber participado en una violación grupal cuando tenía 15 años y estaba en el colegio. “Mis amigos eran fríos de fríos y la flaca no quería, pero pasó”, dice sin tapujos burlándose como si se tratara de una travesura.
Los Centros de Emergencia Mujer (CEM) a nivel nacional y la línea 100 atienden a las víctimas de violencia de género las 24 horas del día, al igual que el denominado Chat 100, un servicio privado por internet, que atiende a personas afectadas por la violencia familiar o sexual.