El Festival de Cine de Trujillo (Fecit) culminó su décima edición con una noche en la que se premió a los ganadores del evento cinematográfico y se proyectó la película Un mundo para Julius, que cerró con broche de oro el festival al contar con la presencia de una invitada de honor: Rossana Díaz Costa, directora del filme.
El cierre del acontecimiento se celebró el pasado sábado 21 de octubre en el distrito de El Porvenir.
¿Qué es el Fecit?
Desde 2013 se organiza el Fecit, el festival de cine más importante de la región La Libertad, puesto que exhibe a la comunidad de manera gratuita cortometrajes y largometrajes de todas partes del Perú.
Asimismo, reúne a actores, directores, entre otros realizadores audiovisuales, relevantes, quienes fomentan el séptimo arte en un entorno donde este no es lo suficientemente valorado e, incluso, peligra.
La edición del 2023 se desarrolló del 16 al 21 de octubre. Seis días llenos de proyecciones de cortos y películas de todos los géneros y para todos los gustos.
También se realizaron actividades y talleres de especial interés para los cineastas y cinéfilos, como el taller de guion —dictado por la directora Rossana Diaz—, y de actuación.
Además, se ofreció homenajes por su trayectoria a la actriz Mayela Lloclla y al actor Lucho Cáceres.
Premiación de ganadores
Algunas de estas obras fueron seleccionadas mediante una convocatoria y participaron del concurso realizado por el Fecit, el cual contó con las categorías mejor largometraje y cortometraje documental, y mejor largometraje y cortometraje de ficción.
Además, se felicitaron a las menciones honoríficas y a las actuaciones más destacadas.
También se realizaron actividades y talleres de especial interés para los cineastas y cinéfilos, como el taller de guion —dictado por la directora Rossana Diaz—, y de actuación.
Entre palmas, se premió a los cuatro ganadores en la Casa de la Cultura del distrito El Porvenir, quienes agradecieron (presencial o virtualmente) por la oportunidad de mostrar sus obras y por el reconocimiento.
El jurado, compuesto por Graciela Escorza, Laura Ayech y Gabriel Quispe, otorgó el premio al mejor cortometraje documental a la película Barbarie en la calle, dirigida por Fátima Tejada.
Según el jurado, esta producción audiovisual aborda la temática del machismo y el acoso a la mujer con una estética original que recicla material de archivo sobre los roles masculinos y femeninos desde el audiovisual del siglo XX.
El premio al mejor largometraje documental fue para Yakuqñan, caminos del agua, dirigida por Juan Durán.
Los evaluadores destacaron que esta obra es un retrato de una región amazónica donde las comunidades originarias mantienen una profunda conexión con el agua, considerándola un elemento vital y sagrado que sustenta su existencia y manera de entender el mundo.
En cuanto a los cortometrajes de ficción, el primero premio fue para Resistencia, de Briner Meza Gutiérrez.
El jurado destacó su precisión dramática y cuidada factura para relatar un episodio de la conformación de la peruanidad, desde una perspectiva tanto personal como colectiva, durante un periodo definitorio de la identidad del país.
Finalmente, el premio al mejor largometraje de ficción fue para Peso Gallo, dirigida por Hans Matos.
El jurado consideró que esta producción audiovisual destaca por su capacidad para mostrar de manera honesta y sensible el mundo de un adolescente; los dilemas y las problemáticas que afronta a través de una narración sólida y convincente.
Además, contribuye a la conversación pública sobre temas sociales relevantes, entendiendo al cine como un vehículo de reflexión y no solo de entretenimiento.
También ganaron
El jurado del FECIT 2023 otorgó menciones especiales. En la categoría de cortometraje documental, el brindó una mención especial a Caso Yangali: separados a la fuerza, dirigida por Nayeli Martha Livia Mena.
Según el jurado, esta producción audiovisual reconstruye con sobriedad, respeto y emoción uno de los miles de casos de desaparición de personas en el contexto de la violencia política en el Perú de los años 80.
El jurado, compuesto por Graciela Escorza, Laura Ayech y Gabriel Quispe, otorgó el premio al mejor cortometraje documental a la película Barbarie en la calle, dirigida por Fátima Tejada.
En la categoría de largometraje documental, la mención especial fue para la película Wändari, dirigida por Daniel Lagares y Mariano Agudo.
El comité evaluador determinó que esta producción audiovisual es una representación cercana de la comunidad Harakbut, en la que Wändari significa ‘territorio’, en la Amazonía de la región Madre de Dios, amenazada por la devastadora actividad minera 1.
En cuanto a los cortometrajes de ficción, el jurado otorgó una mención especial a El último carreo, dirigida por Pablo Malek. Según el jurado, esta producción audiovisual pinta un fresco de la resiliencia de músicos y grafiteros del pueblo que sobreviven en un entorno de miseria, violencia y corrupción oficial.
En la misma categoría, otra mención especial fue otorgada a Chica, dirigida por Juan Yactayo Sono. El jurado destacó que esta producción audiovisual da voz al sector de los transexuales, víctimas de la intolerancia, el fanatismo y la violencia, que produce la falta de educación sexual.
Además, se otorgó una mención especial a Luis Ángel Irupaulla por su destacada interpretación actoral en Resistencia, dirigida por Briner Meza.
Por último, Islandia, dirigida por Ina Mayushin, recibió una mención especial en la categoría de largometraje de ficción.
Según el jurado, esta producción audiovisual rescata la memoria del país a través de la historia de una maestra valerosa que venció obstáculos para llevar la educación a un pueblo del Amazonas peruano.
El jurado también valoró la destacada interpretación actoral de Rosalía Clemente Tacza, protagonista de Peso Gallo, dirigido por Hans Matos.
Amenaza contra el cine peruano
Finalmente, se recordó a todos los asistentes al Fecit el peligro que acecha a la industria del cine peruana estos últimos meses: la ley Tudela.
Este es un proyecto que pretende recortar el financiamiento que el Ministerio de Cultura les da a producciones audiovisuales. Muchas de las películas y cortos presentados durante todo el Fecit se pudieron hacer gracias a este financiamiento, incluyendo Un mundo para Julius, por lo que los directores y actores manifestaron su molestia por el proyecto de ley que atenta contra la cultura.
Escribe Claudia Carranza Cherres