El Centro de Predicción del Clima de los Estados Unidos ha emitido una advertencia preocupante: la probabilidad de que un fuerte evento El Niño impacte el verano de 2024 ha aumentado significativamente, alcanzando un 71 %. Esta alarma se basa en el análisis de las actuales condiciones climáticas, que revelan un inusual calentamiento en el sector Niño 1+2 del océano Pacífico, superando en 2,9 ºC el promedio registrado en agosto.
El Niño está enojado
Según el comunicado más reciente del Centro de Predicción del Clima de EE.UU., se prevé que El Niño se mantenga durante el invierno del hemisferio norte con una probabilidad superior al 95 % entre enero y marzo de 2024. Además, las temperaturas de la superficie del mar en agosto estuvieron por encima del promedio en todo el Océano Pacífico ecuatorial, especialmente en las regiones del Pacífico central y centro-este.
Los índices semanales de El Niño han registrado valores superiores a +1,0°C, lo que confirma la presencia de este fenómeno climático. Los análisis también destacan que las anomalías de las temperaturas subsuperficiales son mayores que las registradas en julio, junto con un calor anómalo en el Océano Pacífico ecuatorial central y oriental.
Las condiciones atmosféricas tropicales respaldan el desarrollo de El Niño, con vientos inusuales en los niveles bajos sobre el Pacífico centro-este, contrastando con los vientos en los niveles superiores que soplan desde el este. Además, se ha observado un incremento en la convección en la línea internacional de cambio de fecha, extendiéndose hacia el Pacífico oriental, aunque fue suprimida en gran parte alrededor de Indonesia.
El Niño viene: no lo tome a la ligera
El Índice de Oscilación del Sur (SOI) ecuatorial y el SOI tradicional basado en estaciones han sido considerablemente negativos, confirmando la presencia de El Niño y sugiriendo su persistencia durante el invierno del hemisferio norte de 2023-2024.
Este informe indica que las probabilidades de un evento El Niño fuerte han aumentado al 71%.
Este escenario plantea preocupaciones significativas, ya que los eventos climáticos extremos asociados con El Niño, como lluvias intensas e inundaciones, sequías y otros fenómenos, pueden tener un impacto devastador en comunidades de todo el mundo.
Su impacto: Piura y Puno, las regiones más vulnerables
El Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) ha emitido un informe alarmante sobre el impacto que El Niño podría tener en el verano de 2024 en la costa del Perú. Aunque todas las regiones costeras del país se verán afectadas por este fenómeno relacionado con el calentamiento global, se espera que Piura y Puno sean las más golpeadas debido a sus condiciones climáticas particulares.
En el caso de Piura, se encuentra en alto riesgo debido a las lluvias pronosticadas, que podrían afectar a más de 369 mil habitantes a partir de enero. Se estima que alrededor de 90 mil viviendas, 199 centros de salud y 646 instituciones educativas sufrirán daños debido a inundaciones y deslizamientos de tierra.
Por otro lado, en la sierra sur del país, se pronostica un déficit de lluvias por debajo de lo normal en los departamentos de Apurímac, Arequipa, Cusco, Huancavelica, Junín, Lima, Puno y Tacna, lo que podría resultar en sequías extremas. Puno, en particular, destaca como una de las regiones más afectadas debido a su alta población, con más de 58 mil personas expuestas a los efectos de las sequías extremas.
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El informe subraya la importancia de tomar medidas preventivas y de preparación ante estos posibles eventos climáticos extremos. Además, enfatiza la necesidad de continuar monitoreando de cerca la evolución de El Niño y de tomar acciones para proteger a las comunidades vulnerables de los impactos potencialmente devastadores de este fenómeno.
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