El 28 de diciembre es una fecha que se celebra en el Perú y en muchos países de habla hispana con bromas, chistes y noticias falsas. Se le llama Día de los Inocentes.
Sin embargo, detrás de esta tradición se esconde una historia de violencia, fe y humor que se remonta a los tiempos bíblicos y medievales.
El origen bíblico
Según el Evangelio de Mateo, el rey Herodes I, conocido como el Grande, ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años que vivían en Belén, Judea, al enterarse de que había nacido el Mesías, el rey de los judíos.
Esta cruel decisión fue motivada por el temor a perder su poder y su trono ante el recién nacido.
Los Reyes Magos, que habían seguido la estrella de Belén hasta el lugar donde se encontraba Jesús, fueron advertidos en sueños de que no regresaran a Jerusalén a informar a Herodes de la ubicación del niño.
El rey Herodes I, conocido como el Grande, ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años que vivían en Belén, Judea, al enterarse de que había nacido el Mesías, el rey de los judíos.
Asimismo, un ángel se le apareció a José, el padre adoptivo de Jesús, y le dijo que huyera con su familia a Egipto para escapar de la ira del rey.
De esta manera, Jesús se salvó de la masacre, pero muchos otros niños inocentes fueron asesinados por los soldados de Herodes.
La Iglesia Católica los considera mártires y los venera como los Santos Inocentes. La fecha exacta de este acontecimiento no se conoce con certeza, pero se estima que fue alrededor del año 4 a.C.
El origen medieval
La celebración del Día de los Inocentes no siempre tuvo el carácter festivo y bromista que tiene hoy en día. En la Edad Media, se recordaba el episodio bíblico con luto y dolor, y se realizaban procesiones y actos litúrgicos en honor a los niños asesinados.
Sin embargo, en el siglo XV, se empezó a mezclar esta conmemoración con otra tradición pagana llamada la Fiesta de los Locos, que se celebraba entre el 25 de diciembre y el 6 de enero.
En esta fiesta, se invertían los roles sociales y se permitía a los clérigos, diáconos y sacerdotes disfrazarse, bailar, cantar y hacer parodias de las autoridades eclesiásticas.
Así, el Día de los Inocentes adoptó el tono de diversión y burla de la Fiesta de los Locos, y se convirtió en una ocasión para gastar bromas a los demás, especialmente a los ingenuos y crédulos.
Esta costumbre se extendió por Europa y luego por América, donde se fusionó con otras manifestaciones culturales.
La celebración actual
Hoy en día, el Día de los Inocentes se celebra el 28 de diciembre en el Perú y en otros países de Latinoamérica y España con diversas formas de humor.
Muchas personas aprovechan esta fecha para engañar a sus familiares, amigos o conocidos con mentiras, chistes o regalos falsos. También se acostumbra a pedir dinero prestado y no devolverlo, diciendo la frase “inocente palomita que te dejaste engañar”.
En esta fiesta, se invertían los roles sociales y se permitía a los clérigos, diáconos y sacerdotes disfrazarse, bailar, cantar y hacer parodias de las autoridades eclesiásticas.
Los medios de comunicación también participan de esta tradición, difundiendo noticias falsas o absurdas que sorprenden o confunden a los lectores, oyentes o televidentes.
Algunas de estas noticias tienen que ver con temas políticos, sociales, deportivos o de espectáculos, y suelen generar reacciones de asombro, indignación o risa. Al final, se revela que se trata de una broma por el Día de los Inocentes.
Con el auge de las redes sociales e internet, las bromas se han multiplicado y diversificado, utilizando recursos como imágenes, videos, memes o enlaces.
Día de los inocentes: sin bromas
Sin embargo, también se ha generado una mayor conciencia sobre los límites del humor y el respeto a la dignidad de las personas. Por eso, se recomienda verificar la veracidad de la información y evitar caer o hacer bromas de mal gusto o que puedan causar daño.
El sacerdote Fray Nelson Medina, doctor en Teología Fundamental, advirtió que el 28 de diciembre no debe ser ocasión para bromas o chistes.
“Los Santos Inocentes son todos los niños mártires, asesinados por orden del Rey Herodes, que quería eliminar al Niño Jesús, por lo tanto se debe recordar con mucha devoción y fe”, señaló.