El Congreso de la República del Perú ha tomado una postura polémica al buscar implementar una iniciativa para intensificar la fiscalización y control de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
Esta medida refleja una actitud de excesivo poder por parte del Congreso, lo cual plantea preocupaciones sobre posibles consecuencias negativas para el trabajo y la autonomía de las ONG.
La mira del Parlamento está en las organizaciones, relacionadas con medios de comunicación, que son sus críticos, sin embargo, perjudicará el trabajo de todas entidades que buscar satisfacer necesidades básicas de la población que el Estado no puede cumplir.