Los Morteros es un sitio arqueológico de 6 000 años de antigüedad que alberga la arquitectura de adobe más antigua del continente. De esta forma, se confirma que este hallazgo en tierras de La Libertad reescribirá la historia del Perú.
Así lo reveló la arqueóloga Ana Cecilia Mauricio, directora del proyecto de investigación que desde 2012 viene excavando este montículo escalonado de 200 metros de lado y 15 metros de altura, ubicado en el valle de Chao, en Virú, en la región La Libertad.
Caral, ubicada en Barranca (Lima), es considerada como el asentamiento humano más antiguo de América, pero data de 5 000 años de antigüedad.
Más antiguo
Mauricio, egresada de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), sostuvo que los análisis de fechado radiocarbónico a restos botánicos, de fauna y humanos han confirmado la antigüedad del sitio, que podría ser incluso mayor.
El sitio fue descubierto en 1976 por la arqueóloga Mercedes Cárdenas, quien lo identificó como una duna fosilizada usada como cementerio por las poblaciones precerámicas.
Sin embargo, las nuevas excavaciones realizadas por Mauricio y su equipo multidisciplinario han demostrado que el montículo es artificial y que tiene una arquitectura monumental de carácter ceremonial.
“En 2021 publicamos un artículo en las revistas científicas PNAS y Nature sobre los avances de la investigación, pero luego hicimos más excavaciones y encontramos fechados más antiguos que indican que la ocupación humana se remonta a 6,000 años antes del presente. Aún no hemos llegado a los primeros momentos de ocupación, así que cada vez que excavamos más encontramos una antigüedad mayor del sitio”, enfatizó a la agencia Andina.
La Libertad: un mundo de sorpresas
Entre los hallazgos más sorprendentes de la última temporada de excavación, Mauricio destacó el descubrimiento de unas esculturas de madera y de hueso de animal, posiblemente de lobo marino, que miden 25 centímetros de largo y que tienen la parte superior esculpida.
Estas esculturas fueron fechadas entre 5,500 y 5,100 años de antigüedad en dos laboratorios de Estados Unidos. “Esto es algo inédito en otros sitios arqueológicos de la costa peruana”, aseveró.
Mauricio aclaró que, al ser un recinto ceremonial y no doméstico, en Los Morteros no se han conservado restos de canastas, esteras ni otros objetos de ese tipo.
“Solo se han encontrado restos de algodón, pero estos se deterioran con facilidad por la antigüedad y la presencia de muchos restos orgánicos en la zona. Además, cuanto más antiguo es un sitio arqueológico, menos posibilidad hay de que se conserven las cosas”, puntualizó.
La arqueóloga agregó que también se han encontrado restos de vegetales y de fauna marina que revelan la práctica de la agricultura y la dieta de los ocupantes de Los Morteros, así como restos óseos humanos que evidencian que allí se hacían ofrendas de carácter religioso.
El análisis botánico incluyó semillas y micro restos de vegetales que solo se pueden ver en un laboratorio especializado.
“Hemos hallado cultivos importantes como maíz, frijoles, algodón, calabaza, ajíes, así como frutales recolectados en zonas cercanas como palta, lúcuma, guayaba, algarrobo. Estos análisis nos permiten reconstruir el entorno, el medioambiente y el ecosistema de Los Morteros, donde había bosques de algarrobo, vegetación de río y plantas como el carrizo, el junco y la caña brava que se usaban para hacer esteras, canastas y otros objetos”, dijo.
También se han encontrado restos de vegetales y de fauna marina que revelan la práctica de la agricultura y la dieta de los ocupantes de Los Morteros, así como restos óseos humanos que evidencian que allí se hacían ofrendas de carácter religioso.
Mauricio comentó que los análisis de los micro restos de plantas fueron realizados por especialistas de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
También señaló que la dieta de la población no se basaba solo en alimentos vegetales, sino que se complementaba con alimentos de origen animal como lo demuestra la gran variedad de restos de especies marinas como el pez bonito, tiburón, raya, y todo clase de mariscos.
Investigación necesaria
A pesar de los importantes avances logrados desde que empezaron las excavaciones en 2012, apenas se ha intervenido el 15 % del área que corresponde al sitio Los Morteros. “Queda todavía mucho por excavar, investigar y descubrir”, remarcó Mauricio.
Ana Cecilia Mauricio es actualmente catedrática e investigadora de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Cuenta con una sólida formación académica que comenzó con una licenciatura en Arqueología obtenida en la UNT.
Posteriormente, fortaleció su perfil con una maestría en Ciencias y Estudios del Clima y del Cuaternario en la Universidad de Maine, en los Estados Unidos, lugar donde también obtuvo un doctorado en Geoarqueología del Cuaternario. Sus áreas de especialización incluyen la arqueología andina, paleoclima, arqueología del medio ambiente y geoarqueología.
Los Morteros: falta protección
El experto Mauricio afirmó que Los Morteros, junto a otros sitios como Las Salinas de Chao y Piedras Negras, componen un valioso complejo arqueológico. Sin embargo, a pesar de su importancia cultural e histórica y la existencia de geoglifos antiguos, la zona carece de suficiente protección.
Entre los desafíos enfrentados, las granjas avícolas están causando daño con actividades que amenazan el valor arqueológico de la zona.
“No obstante nuestras denuncias, aún no se ha encontrado una solución. Cada año regresamos para la temporada de excavación solo para encontrar más daños”, observó.
El personal de las granjas ha llegado incluso a impedir el acceso, alegando que la propiedad está en su territorio. Mauricio subrayó que los sitios arqueológicos son propiedad del Estado, no de particulares o empresas. Sobre todo, el llamado es urgente hacia las empresas avícolas para tomar medidas y proteger el patrimonio arqueológico.
El paso pendiente, según la directora del proyecto de investigación arqueológica, es que Los Morteros se inscriba legalmente en la Superintendencia Nacional de Registros Públicos.
Aunque el Ministerio de Cultura ya ha realizado una delimitación, la inscripción legal es crucial para una mayor protección.
“Hemos solicitado a través de la Municipalidad Distrital de Chao, y esperamos que la inscripción ocurra en los próximos meses”, añadió.
Esta medida promovería no solo la salvaguarda de Los Morteros, sino también de los otros sitios arqueológicos de la zona.