Los científicos hallaron la causa que apresura el envejecimiento de las células o también llamadas células senescentes🦠, las cuales aumentan en el cuerpo con el paso de los años, después de haber perdido su capacidad de división. Estas contribuyen sustancialmente a la aparición de las enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer, la demencia y las enfermedades cardiovasculares.
“Las células zombis (células senescentes por su incapacidad para dividirse) todavía están vivas, pero no pueden dividirse, por lo que no ayudan a reponer los tejidos”, aseguró la profesora de Salud Ambiental y Ocupacional y de Farmacología y Biología Química en la Universidad de Pittsburgh, Patricia Opresko. La especialista ahondó que “las células zombis secretan activamente sustancias químicas que promueven la inflamación y dañan las células vecinas”.
La revista Nature Structural & Molecular Biology señala que los investigadores observaron que el daño en los telómeros, las puntas protectoras de los cromosomas que se comportan como tapas de plástico al final de un cordón de zapato, pueden causar senescencia celular.
Las células zombis (células senescentes por su incapacidad para dividirse) todavía están vivas, pero no pueden dividirse, por lo que no ayudan a reponer los tejidos.
“Se ha propuesto que el daño oxidativo al ADN telomérico causa senescencia prematura al acelerar el acortamiento de los telómeros”, señala el estudio. La investigación agrega que estos descubrimientos podrían traducirse en nuevos tratamientos que promuevan un envejecimiento saludable o combatan enfermedades como el cáncer.
El estudio se abocó a responder dos grandes incógnitas: ¿cómo se acumulan las células senescentes con la edad? y ¿cómo contribuyen los telómeros a eso?
Cuando una célula humana sana se divide para crear dos células idénticas, se elimina un poco de ADN de la punta de cada cromosoma, lo que provoca que los telómeros se acorten con cada división. Sin embargo, se desconoce si una célula puede dividirse con tanta frecuencia durante la vida de una persona que sus telómeros se degradan por completo, lo que da como resultado una condición similar a la de un zombi.
Con respecto a la segunda pregunta, durante décadas, los científicos conocen que el acortamiento de los telómeros provoca la senescencia en las células cultivadas en laboratorio, pero sólo podían suponer que el daño del ADN en los telómeros podría convertir a las células en zombis. Es necesario mencionar que esta hipótesis no se pudo probar previamente ya que las técnicas utilizadas para dañar el ADN no eran específicas, creando lesiones en todo el cromosoma.
“Nuestra nueva herramienta es como un francotirador molecular. Crea daño oxidativo exclusivamente en los telómeros”, explicó el primer autor Ryan Barnes, Ph.D., becario postdoctoral en el laboratorio de Opresko sobre la herramienta quimioptogenética de precisión para producir la lesión común 8-oxo-guanina (una de las lesiones de ADN más comunes) exclusivamente en los telómeros en fibroblastos humanos y células epiteliales.
Haciendo uso de células humanas cultivadas en una placa, los investigadores encontraron que el daño en los telómeros condujo a las células a un estado zombi después de sólo cuatro días, mucho más rápido que las semanas o meses de divisiones celulares repetidas que se necesitan para inducir la senescencia a través del acortamiento de los telómeros en el laboratorio.
Revertir el envejecimiento
Mientras se espera el ansiado momento en el que la ciencia determine si los humanos también podemos restablecer nuestros genes, así como pasó con los ratones, existen otras maneras de retrasar el proceso de envejecimiento y restablecer nuestros relojes biológicos, aseguró el biólogo molecular, David Andrew Sinclair.
El experto en ciencia sugirió que “los mejores consejos son simplemente: concéntrese en las plantas como alimento, coma con menos frecuencia, duerma lo suficiente, haga ejercicio durante 10 minutos tres veces a la semana para mantener su masa muscular, no se preocupe por las cosas pequeñas y tenga un buen grupo social”.
En el laboratorio del científico, ubicado en la Escuela de Medicina de Harvard, los ratones viejos están volviéndose jóvenes nuevamente. Lo cual se debe a que se están usando proteínas que pueden convertir una célula adulta en una célula madre, por lo que Sinclair y su equipo han restablecido las células envejecidas en ratones a versiones anteriores de sí mismos. En el primer avance de su equipo, publicado a fines de 2020, los ratones viejos con mala vista y retinas dañadas lograron volver a ver repentinamente, con una visión que a veces rivalizaba con la de sus crías.
“Es un establecimiento permanente, hasta donde sabemos, y creemos que puede ser un proceso universal que podría aplicarse en todo el cuerpo para restablecer nuestra edad”, comentó uno de los expertos en la ciencia interesado en frenar el envejecimiento, tras pasar los últimos 20 años estudiando formas de revertir los estragos del tiempo.
Finalmente, añadió a una audiencia en Life Itself, un evento de salud y bienestar presentado en asociación con CNN: “Si revertimos el envejecimiento, estas enfermedades no deberían ocurrir. Hoy tenemos la tecnología para poder llegar a los 100 años y más, sin preocuparnos de tener cáncer a los 70, enfermedades cardíacas a los 80 y alzhéimer a los 90”.