Dos tipos de ensalada, tres opciones de entradas, seis platos de fondo para elegir, además de guarniciones (camote glaseado, arroz blanco, arroz peruanito, arroz a la jardinera), postre y dos vasos de refresco de fruta natural.
Este sería el menú soñado de cualquier persona, pero la realidad es que es el almuerzo bufé de unos pocos. Dentro de ese selecto grupo, hay una minoría que disfruta de esa comida a diario y, lo mejor, lo pagan con el dinero de todos los peruanos.
Desde diciembre del 2022, el Congreso de la República aprobó un contrato para incrementar los gastos diarios en almuerzos, de 15.93 soles a 80 soles.
Con esta nueva adenda, que modificó el contrato N.° 014-2022-AAJ-OLCC-CR por un monto de 2 millones 37 mil 537 soles, la Mesa Directiva cambió de concesionaria, por lo que ahora cada congresista requiere de un gasto público de 25 000 soles solo para su alimentación. Este incremento equivale a cinco veces más de lo que antes se pagaba por la comida de cada padre de la patria.
Privilegio de pocos
Tras los cuestionamientos, Jorge Montoya, vocero de Renovación Popular, salió a echar más leña al fuego.
“Lo que uno busca cuando hace un contrato es conseguir lo mejor de lo mejor. Querrán que comamos alfalfa seguramente”, afirmó.
“Primero se burlan de que se pida carne y pollo de primera calidad, ¿qué cosa quieren que se pida? ¿De tercera? ¿Qué comen ustedes? Comida de tercera seguramente. Para que hagan esa pregunta y se asombren, me imagino que deben estar por ese lado”, declaró.
Comida de tercera, para la mayoría
Jorge Montoya vive de espaldas a la realidad del Perú. Según el Instituto de Economía y Empresa (IEE), el 26 % de la población peruana, 8 millones 580 mil personas, vive en pobreza monetaria, es decir, gasta menos de 12.50 soles diarios.
Además, otro considerable número de peruanos —un millón 650 mil, equivalente al 5 % del total de la población nacional— vive en extrema pobreza. Solo subsisten con menos de 6.50 soles al día.
“El congresista Jorge Montoya siempre opina con extremismos. No hay explicación lógica para que haya un aumento desmesurado entre lo que gastaban en comida y lo que ahora gastan. Antes no comían de tercera seguramente. No hay justificación, más aún cuando la población mayoritaria es vulnerable al impacto de la inflación”, explicó Francisco Huerta Benítes, presidente del IEE.
Detalló que la pobreza monetaria el 2019 en el país fue del 20 %. Durante la pandemia de la covid-19 se elevó al 30 %. Esto significó que alrededor de 9.9 millones de peruanos gastaban menos de 360 soles al mes, monto equivalente a una canasta básica de consumo.
El 2021, tras el levantamiento de algunos restricciones sanitarias, la pobreza monetaria bajó a 26 %. Este porcentaje no bajó durante el 2022, un año golpeado por la crisis externa a causa de la guerra en Europa y la delicada situación política y social que sumió al Perú en una profunda crisis, de la que aún no se recupera.
“Habría que agregar a los vulnerables pobres que es el 35 %. En total más del 60 % de la población es vulnerable por la crisis en el Perú. Hay inseguridad alimentaria y eso podría aumentar el porcentaje de peruanos pobres”, sostuvo Francisco Huerta.
Para determinar si una persona es pobre se considera el costo promedio mensual de una canasta de bienes y servicios básicos. En el Perú, esta canasta alcanza los 360 soles. Si una persona no puede cubrir los costos de una canasta familiar se le considera pobre.
Entre los más golpeados de Sudamérica
En Sudamérica, los mayores incrementos de pobreza se registraron en Argentina, Colombia y Perú, de acuerdo con el informe Panorama social de América Latina 2021, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Este estudio recopiló información de 13 países hasta 2020 y analizó su evolución en 2021.