A pocos minutos de la medianoche, Ivonne no quiere dar a luz. A pesar de que las contracciones se vuelven agudas y dolorosas desde el primer instante en el que pisa la clínica; a pesar de que lleva consigo lo necesario y que, incluso, ya tiene todo listo desde hace meses para la llegada de su segundo hijo, ella solo tiene en mente que Fabrizio nacerá un 29 de febrero. Y eso la aterra.
Una fecha cada cuatro años. Un cumpleaños maldito para algunos. Una ingeniosa razón para bromas crueles (“los sincumpleaños” les dicen). Un complicado trámite burocrático. Un tiempo más elástico de lo que normalmente estamos acostumbrados. En todo esto piensa Ivonne antes de entrar a la sala de parto. Sin embargo, es inevitable. A las 2 a. m, Fabrizio llega. «Es la suerte del niño», reacciona el doctor que lo ayudó a llegar al mundo.
Esa expresión es el epílogo del proceso que tanto había angustiado a Ivonne, quien, por fin, duerme tranquila en el que será el único día que se repetirá en cuatro años. Así como Fabrizio, unas 17 mil personas nacieron un 29 de febrero dentro de las dos últimas décadas, de acuerdo a datos oficiales del Registro Nacional de Identidad (Reniec). Los números corresponden a un 0.053 % de la población del Perú. Por esta razón, encontrarlos es casi un milagro, una sorpresa del destino, una señal inesperada. Y lo sabe la cantante Ana Cirré, quien cuando canta Casi perfecto —tema que describe a un hombre a punto de ser ideal— refuerza la idea de que los nacidos en esta fecha son especiales: «Debiste nacer en año bisiesto».
¿Cuáles son las razones de un año bisiesto? El emperador romano Julio César vio en los egipcios un ejemplo asombroso: su calendario respetaba la vuelta no sincrónica de la Tierra al sol, que toma un tiempo exacto de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos. La acumulación del exceso de tiempo, en un plazo de cuatro años, conforma un día entero. He ahí la razón. En ese entonces, la civilización romana atravesaba terribles desfases de épocas, que lo llevaron a tener el año más largo de la historia (46 a.C), con 445 días de duración. Se agregó, entonces, un día más al calendario cada cierto tiempo para que los tiempos permanezcan en sus límites y el mundo sea un lugar más comprensible.
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una entrevista sobre su nacimiento. (Foto: Jesús Pinedo Montañez).
Renzo cumple 21 años y es una especie de celebridad local.
“Es cierto que uno resalta bastante, mi cumpleaños no se olvida jamás”, cuenta Renzo Coronel Castillo, mientras se enorgullece al ser la referencia de muchas personas: “El 29 de febrero es una característica muy nuestra, y nos empodera bastante. Hay algo de qué sentirse orgulloso”. En realidad, la atención nunca le significó un problema, por el contrario, simpatiza muy bien con ella. La evidencia es que esta es la segunda vez que lo entrevistan sobre el tema y está contento.
Hace 15 años, una crónica sobre los bisiestos indagó en su mirada y recogió el testimonio de sus padres. En ese entonces, Renzo cumplía 7 años y celebraba su cumpleaños con un delicioso pollo a la brasa. Fue un día inolvidable. “Aún recuerdo el sabor del pollo, estuvo muy bueno”, reconoce. La suerte de los pocos lo vuelve a situar en el centro del escenario. A diferencia de la primera entrevista, su polo verde favorito y sus jeans han sido reemplazados por una camisa de cuadros abierta a un botón y un par de gafas que le insuflan un toque intelectual.
No obstante, Renzo alberga el espíritu de aquel niño ilusionado que concede por primera vez una entrevista, aunque no haya dicho mucho más que una sonrisa con restos de pollo a la brasa. Se le nota en su manera de conversar, en su risa enérgica, en la manera en la que habla de sus sueños. “En aquel tiempo quería ser un científico loco”, admite. A pocos meses de egresar de la carrera de Psicología, Renzo cree que está cerca de cumplir su sueño. Claro, no ha perdido la cabeza como lo haría un científico a esa escala, pero se acerca a los misterios de la mente a través de la rigurosidad de su carrera profesional. Con el paso del tiempo, Renzo anhela ser nuevamente entrevistado, es algo que consideraría un suceso bastante “épico”.
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Él forma parte de un grupo de chat de WhatsApp en donde los saludos, frases y curiosidades son parte de los mensajes previos a estas fechas. No es el único espacio que comparten los bisiestos en el entorno digital.
Carlos tiene mucha fortuna. Si el destino ya lo había marcado con la fecha de su cumpleaños, lo vuelve a hacer con la cantidad de ellos, porque Carlos celebra doble cumpleaños: el 28 de febrero y el 5 de marzo, en años normales. “En los bisiestos, me lo paso celebrando desde el 29 hasta el 5”, comenta luego de reír. Por un error en el registro de su partida, Carlos tiene la oportunidad de recibir doble regalo, doble pastel, doble saludo de amigos y familiares. Solo una persona, confiesa, tiene la mitad de su suerte, y no está aquí, sino a miles de kilómetros. En Argentina, conoció a la única amiga que cumple años el mismo día que él.
Sin embargo, no se siente solo. Las redes sociales le han permitido conectar con más personas de la misma naturaleza. Él forma parte de un grupo de chat de WhatsApp en donde los saludos, frases y curiosidades son parte de los mensajes previos a estas fechas. No es el único espacio que comparten los bisiestos en el entorno digital. En Facebook, por ejemplo, existe el grupo “Nacidos 29 de febrero”, con más de 2 mil 800 miembros de todo el mundo. Los recién llegados son recibidos con cálidas bienvenidas y recordatorios de que personalidades como el actual presidente de España, Pedro Sánchez, el Papa Pablo III y el ciclista Rubén Plaza, e incluso, el mismo Superman, también han nacido en este día excepcional.
De esa misma condición son el futbolista Ferrán Adrián, por quien el Barcelona FC pagó 65 millones de euros, a finales del 2021, al Manchester City; Giacono Rossini, el compositor italiano de la opera La cenicienta; John Philip Holland, el constructor del primer submarino. De la misma forma, el célebre escritor de ciencia ficción Tim Powers; la modelo alemana Lena Gercke; el rapero Ja Rule y, además, la prostituta Aileen Carol Wuornos, asesina en serie, condenada a muerte y personificada por la actriz Charlize Theron, quien ganó, en el 2003, un Oscar por ese trabajo. Pero la historia también registra el nacimiento de Sir James Wilson el 29 de febrero de 1812. ¿Qué de particular hizo este hombre? Morirse un 29 de febrero de 1880.
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Valeria es bisiesta y ya sabe lo que le van a preguntar. Prepara las respuestas para las dudas habituales: ¿cuándo celebras tu cumpleaños?, ¿no tienes 4 años?, ¿entonces, qué haces postulando a la universidad? En un primer momento estaban bien, Valeria compartía la chacota y se reía con el resto. Pero han pasado dieciocho febreros y la broma comienza a ser cansina. “Solo pido que en el tiempo que esperan para mi cumpleaños, piensen en nuevos chistes, ¿no?”, ríe para frenar la rabia.
Ella siente una especial afición por la escritura, y en su pequeño cuaderno, que sirve de diario, desea no solo un trabajo estable para su próximo cumpleaños (el verdadero según la partida de nacimiento, en el 2024, próximo año bisiesto), tampoco que la nueva etapa en la que está a puertas de ingresar —la universidad— sea una experiencia enriquecedora e inolvidable; Valeria más que nada desea que el tiempo pase más lento, que no la vuelva a sorprender como lo hizo en estos días. “Mi madre me dijo ‘qué vas a hacer por tu día’ y yo, en ese momento me di cuenta que faltaba menos de una semana para mi cumpleaños, ¡una semana!”, exclama, luego de recordar que ya debe armar los preparativos para la fecha.
Nacer en año bisiesto tiene sus ventajas. En Texas, por ejemplo, existe un pueblo conocido mundialmente como la capital del Año Bisiesto, en donde la festividad se celebra entre caballos, banquetes y bailes en la plaza. Para Valeria, su fortuna inició con una conversación. Cuando viajaba en su movilidad escolar, una joven de su misma edad habla con ella. Como en toda conversación inicial, conversan de sus nombres y su particular elección, la edad y, por tanto, la fecha de cumpleaños. Valeria no solo espera las preguntas de siempre, sino que se prepara para la incomodidad de ser, nuevamente, el centro de atención. Sin embargo, esta ocasión es distinta. Cristina, la niña con quien conversa, no dice más que algunas palabras de felicitaciones e, inmediatamente, cambia de tema.
Es la primera vez que Valeria no se ve interpelada por un asunto que a ella le trae sin cuidado, y realmente se siente bastante bien. En la actualidad, Cristina es su mejor amiga, y, por cosas del destino, ambas son del mismo signo zodiacal (Piscis).
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Marilyn sonríe. Así comienza la entrevista, con una amplia sonrisa que, según reconoce, la caracteriza entre sus amistades. “Lo que más me causa gracia de nacer un 29 de febrero, son los buenos memes que hacen mis amigos”, cuenta. La oportunidad siempre es la adecuada: ni bien llegan las doce de la noche, su bandeja de entrada se llena de imágenes graciosas, que lo son, aún más, porque son ciertas. Porque sí, Marilyn cumple 26 años, pero en realidad, si intentamos ser rigurosos, apenas sobrepasa los 6 años.
Febrero es un mes difícil de olvidar. Ni para un desmemoriado pasa desapercibido que, el tiempo en el mes se vuelve más corto (menor cantidad de días, a diferencia del resto de meses); tampoco se olvida la fecha más importante para el amor de aura capitalista: el día de San Valentín. Pero Marilyn tiene otros motivos por los cuales febrero es un mes recurrente en sus pensamientos, más allá de su cumpleaños. “El primero de febrero es el día en que nació mi hijita”, dice entusiasmada, con la sospecha de saber que este mes acompaña su vida con una suerte particular.
En alguna otra ocasión, la fortuna también estuvo de su lado. Una tarde de cumpleaños, el arriesgado dueño de un restaurante, suelta una propuesta que consideraba imposible de contestar entre sus comensales: “A quien cumpla años hoy, 29 de febrero, se le concederá un trago completamente gratis. Invita la casa”. El silencio parece conceder. El anunciante no esperaba presenciar tal coincidencia. De pronto, Marilyn levanta la mano. Los rostros de los clientes evolucionan raudamente: de la incredulidad a la sorpresa. Entre aplausos y silbidos, Marilyn entrega su DNI para confirmar que sí, que efectivamente la acompaña un augurio diferente al de la mayoría.