En el Perú aún hay resaca de Bad Bunny. El artista urbano se presentó el domingo 13 y lunes 14 de noviembre en el Estadio Nacional de Lima, y los contenidos de los fans siguen circulando en redes sociales sobre lo que fueron esos conciertos.
El puertorriqueño, considerado un ícono de la música actual, desarrolló un espectáculo de primer nivel. Juegos de luces, videos, plataformas flotantes, corografías, entre otros elementos técnicos, más una discografía arraigada en sus seguidores, convirtieron a este show en uno de los mejores del año.
Entre los dos conciertos, asistieron un estimado de 84 mil personas. La venta de entradas se realizó el 28 de enero y en sesenta minutos se terminaron (42 mil boletos). En febrero, los productores anunciaron una segunda fecha y que lanzarían a la venta el mismo número de tickets: en tres horas se adquirieron todas.
Evidentemente, Bad Bunny tiene una larga lista de seguidores en todo el planeta y su trabajo es reconocido por la industria y la crítica. En agosto del 2022, hizo historia al convertirse en el primer artista que no canta en inglés en ganar el premio Video Music Awards (VMA) de la famosa cadena MTV, por su trabajo Titi me preguntó. Ayer, volvió a marcar un hito cuando su disco Un Verano Sin Ti recibió la nominación a Álbum del Año en los Premios Grammy; es el primer trabajo absolutamente en español en obtener esa postulación.
Bad Bunny entre el bien y el mal
Pero, así como ha cosechado seguidores y reconocimientos, el Conejo Malo carga con una pesada mochila de despotricadores, quienes cuestionan su música, letra y hasta su forma de ser.
En Youtube, Matías Parkman subió un contenido, en el cual analiza la carrera musical de Ban Bunny. Lejos de ofrecernos una valoración de su trabajo, el especialista brinda una reflexión sobre lo que el puertorriqueño quiere hacer con su música. ¿Lo estará logrando?
“Me sorprende que la gente diga que la música de Bad Bunny suena igual. Si siguen su discografía se van a encontrar con un artista superversátil y ambicioso”, adelanta.
Pase, vea y baile.