Veinte horas pidiendo ayuda. Veinte largas horas suplicando explicaciones. “Sentimos que no nos están escuchando”, se lamenta Iván Hernández, padre de Fabiana, una joven de 18 años quien era una de las cuatro tripulantes a bordo de la avioneta con matrícula OB-1334, modelo Cessna 172, que cayó en el mar de Huanchaco la noche del último viernes 28.
“Me enteré del accidente por una vecina, ni siquiera la academia JBC se ha hecho presente, no me dieron información”, afirma Isabel Barba, madre de Fabiana, antes de romper en llanto. Su hija, apenas alcanzó la mayoría de edad, se inscribió en la escuela de aviación Juan Bielovucic Cavalier (JBC) de Trujillo, para cumplir su sueño: convertirse en una piloto comercial.
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“La ansiedad aplasta el corazón del hombre”, escribió el rey Salomón. Julissa Aroco Jiménez llegó hasta la cuadra 15 de la avenida Larco en Huanchaco, donde la escuela de aviación JBC tiene una sede, pero nadie responde.
“Esto es pura fachada. La escuela JBC no da la cara. No podemos estar de brazos cruzados. Queremos saber qué pasó. Deberían tener a alguien dándonos información”.
Julissa Aroco Jiménez es prima de Mayt Jiménez Barreto, otro tripulante a bordo de la aeronave que partió de Chiclayo y desapareció en el mar de Huanchaco, a diez kilómetros de la pista de aterrizaje del aeropuerto Carlos Martínez de Pinillos de Trujillo.
Mayt vive en el distrito de Florencia de Mora. Inició sus estudios hace tres años en la academia JBC y llevaba algún tiempo piloteando avionetas para acumular horas de vuelo, requisito esencial para ejercer como piloto profesional.
Ellos iban a bordo de avioneta caída
A Fabiana y a Mayt se suman Santiago Aldaz García, el instructor del vuelo, y Boris Corrales (24), mecánico de JBC. Fueron los cuatro quienes viajaron desde Chiclayo con dirección a Trujillo en un vuelo de instrucción.
A pocas millas del aeropuerto de Trujillo, Santiago Aldaz, piloto de la aeronave, tomó contacto con la torre de control y se declaró en emergencia, luego de esa comunicación perdió contacto.
Inmediatamente, la torre de control comunicó el accidente aéreo a la Unidad de Salvamento de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) y a la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación (CIAA).
Según el manifiesto de pasajeros que se filtró a los medios de comunicación, la empresa JBC solo registró a tres personas de la aeronave. Quien no figura en el documento oficial de salida es Boris Corrales. Los familiares exigieron explicaciones a la escuela de aviación, pero esta negó esa versión.
“De la empresa me llamaron recién en la tarde (más de 15 horas después del accidente) y me dijeron que eso no es cierto. Yo les he pedido las razones por las que mi hijo no figura en el manifiesto”, refiere Basilio Corrales Herrera, padre de Boris.
Cuenta a este medio que su hijo tiene licencia de mecánico y también de piloto privado. “Quiero saber cómo avanza la búsqueda. He venido desde Chiclayo directo al aeropuerto y no sé nada de mi hijo Boris”.
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Así se halló el cuerpo de Fabiana
Algunas horas después de la tragedia en Huanchaco, la Marina de Guerra del Perú autorizó la búsqueda de la avioneta desaparecida Cessna 172. Para ello dispuso que dos embarcaciones recorrieran unos diez kilómetros de la última ubicación reportada por el piloto.
Las acciones de rescate se intensificaron durante la mañana del sábado 29, más de doce horas después de la desaparición de la aeronave. El mal clima retrasó la salida de helicópteros sofisticados de la Marina, Fuerza Aérea y del Ejército, necesarios para este tipo de labores.
“En el lugar tenemos la patrullera Costa Independencia, que está asignada al puerto de Salaverry. Además, se cuenta con el apoyo de una patrullera marítima, que tiene una longitud de 50 metros y llegó a las 5 de la tarde (del sábado 29) procedente del Callao”, informó Richard Fuchs, capitán de fragata y del puerto de Salaverry.
Se acaba el tiempo
El Ministerio de Defensa cuenta con tres patrulleras marítimas asignadas estratégicamente en Ilo, el Callao y Tumbes. La embarcación que arribó del Callao cuenta con una tripulación de 40 hombres bien entrenados en estas labores.
Apoyo aéreo
Además, se dispuso del apoyo de tres helicópteros que recorren un área de 20 kilómetros por 70 kilómetros frente a Huanchaco, dado que el último punto conocido de la avioneta desaparecida fue a seis millas de la costa.
Uno de ellos, el mejor equipado, es el helicóptero AB-212 de la Marina de Guerra. Esta nave cuenta con paramédicos, buzos y observadores aéreos. Su desplazamiento fue clave para hallar el cuerpo de Fabiana Hernández Barba, a seis kilómetros de la línea de costa.
Buenapepa pudo conocer que el hallazgo ocurrió al promediar las 4:30 de la tarde del sábado 29. Los rescatistas trasladaron sus restos hasta el aeropuerto de Trujillo donde se aguardó la presencia de la fiscal adjunta Katia Castillo Viera, representante de la Tercera Fiscalía Penal. Posteriormente, el cuerpo se trasladó a la morgue y horas después la Policía Nacional confirmó la identidad de la joven tripulante. Su familia protagonizó desgarradoras escenas de dolor.
Además del helicóptero AB-212 de la Marina se cuenta con una aeronave de búsqueda de la Fuerza Aérea y una más del Ejército.
“Los buzos están en la aeronave AB-212 de la Marina. Esos helicópteros salen dos horas de vuelo, regresan, recargan combustible y vuelven a salir. Los buzos de la Marina son rescatistas”, precisó Richard Fuchs, capitán del puerto de Salaverry.
Labores de búsqueda reanudarán hoy
Por mal tiempo, las tareas de ubicación y rescate continuaron durante la noche del sábado y madrugada del domingo solo vía marítima con las patrullera Costa Independencia y la patrullera marítima del Callao. Los vuelos de los helicópteros fueron suspendidos por la nula visibilidad.
“A penas las condiciones climatológicas sean favorables se van a reiniciar los vuelos de búsqueda”, indicó Hipólito Cruchaga, jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) La Libertad. Esta se iniciaría desde las 8 de la mañana de hoy.
