La ola de homicidios se torna incontrolable. En el día del afamado corso primaveral, Trujillo se tiñó de sangre. Esta vez, una joven madre de tres niños fue ultimada a balazos cuando se dirigía a presenciar la actividad principal del Festival de la Primavera, que regresó este 2022 luego de dos años de suspensión por la pandemia de la covid-19
Aris Nicole Alcalde Guzmán (21) caminaba acompañada de su abuela, un tío y su pequeño hijo, a la altura de la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO), cuando fue interceptada por dos sicarios, quienes, sin piedad, apuntaron a su cabeza y le dispararon tres veces. Los delincuentes huyeron en una moto lineal por la avenida América Sur.
Este atentado fue consumado a la una de la tarde, aproximadamente. A la trágica escena, llegaron los familiares, amigos y la expareja de Aris, quienes protagonizaron escenas de dolor y señalaron la presunta implicancia de dos hombres internados en el centro penitenciario El Milagro, con quienes había mantenido una relación sentimental anteriormente.
“Hace una semana, ella (Aris) estaba recibiendo mensajes amenazantes. Tenía programada una audiencia y le insistían que no asista. Da la coincidencia que, aproximándose la fecha, sucede esto”, expresó su tío que prefirió no revelar su identidad por temor a represalias.
Las autoridades han solicitado imágenes de las cámaras de seguridad de la UPAO y de los centros comerciales cercanos para precisar la identidad de los gatilleros. Aún se desconoce el móvil del asesinato. Por ahora, la Policía maneja dos hipótesis: ajuste de cuentas y venganza pasional; pues la mujer está implicada en investigaciones fiscales, procesos judiciales y tiene exparejas en el penal.
Muchos cabos por atar
Los efectivos de la comisaría de Ayacucho, agentes de la División de Investigación Criminal de La Libertad (Divincri), personal de Criminalística de la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Ministerio Público continúan con las investigaciones. Hasta el momento se sabe que Aris Alcalde se desempeñaba como comerciante en un punto de venta cercano a la UPAO. Deja en orfandad a tres menores de edad y a una familia atemorizada.
Según declaraciones de su expareja, Gian Carlos Paredes, la joven recibía constantes amenazas en estos dos últimos meses. Sospecha que esté implicado el padre de uno de sus hijos. “El hombre me amenazó también. No sé qué problemas habrá tenido con ella. Ahora, temo por la vida de mi niña”, expresó el progenitor de la última hija de Aris.
En febrero del 2018, Christian Lázaro Ramos, otra expareja de la ahora occisa, fue enviado a prisión por violencia familia tras lesionar gravemente a ella y a su hija D.L.A. Por ende, la mayoría de los deudos sospechan de la participación de este sujeto en el crimen que enlutó a Trujillo durante el corso primaveral.
Por otro lado, fuentes policiales revelaron que la joven fue testigo en una investigación fiscal que aún está en proceso. En tanto, no se descarta la posibilidad de que una banda criminal estaría implicada.